Soñar con los ojos cerrados

0
Compartir

Cuando vamos a la cama y apagamos la luz, soñamos con los ojos cerrados. Hacemos un repaso de lo que haremos al día siguiente. De nuestras obligaciones y compromisos; planificamos el día. También le agregamos sueños, esperanzas y deseos. Al momento de caer «en los brazos de Morfeo» dejamos de orientar y dirigir nuestros sueños, anhelos y pensamientos, para… ¿para qué? Ahí tenemos, algunos agradables y otros que son pesadillas. No los podemos dirigir y no tienen continuación. Por eso odiamos al reloj despertador o le agradecemos que nos haya cortado el desvarío.

Todo eso que pensamos y soñamos, ¿adónde va? ¿Quedará entre las cobijas? ¿En la almohada, el colchón o donde? Es que si eso es inútil, ¿para qué soñamos? Sería una pérdida de tiempo. Tenemos tan poco para vivir que no deberíamos desvariar con imágenes que ni las recordamos a la mañana. Salvo que nos despertemos cuando estábamos en una situación escabrosa. ¿El que «fabrica» los sueños, nos podrá decir, cómo se hace para seleccionarlos y para que sirvan?

Sería lindo saberlo, para descansar sin malos sueños. Ya al despertar y enfrentarnos con la realidad, todos los ensueños se van y vemos la realidad; una pesadilla. Esperemos que algún laboratorio «invente» una pastilla para soñar y podamos elegir el tipo de sueño.

 

Atentamente

Juan R Bell

92061605

Rio Cuarto

Commentarios

commentarios

Compartir