Lo peor de la crisis «millonaria» está por venir, siempre y cuando no se reviertan los resultados en el corto plazo. A este paso, a mediados de 2010 el equipo peleará por seguir en Primera.
A River no le alcanza con los ya acostumbrados tropiezos, con las desilusiones internacionales y ni siquiera con la convulsionada vida política que padece (y para muestra valen las elecciones del fin de semana): si la temporada 2010/11 comenzara hoy, estaría en el penúltimo puesto de la tabla de promedios, es decir, en zona de descenso directo.
La cuenta es sencilla. Basta con descontar los puntos de la campaña 2007/08, teniendo en cuenta que los promedios son el resultado de las unidades acumuladas durante los últimos tres años (seis torneos) divididas por la cantidad de partidos disputados.
Pasando en limpio: al equipo «millonario» se le borrarían los 66 puntos cosechados en aquella campaña, nada menos que el ciclo iniciado por Daniel Passarella (DT) y continuado por Diego Simeone (que fue campeón del Clausura 2008 y último en el torneo siguiente). Quedaría, entonces, con 1,018 de promedio.
El último seguiría siendo Chacarita (0,882) y, en cambio, lo superarían siete equipos que por ahora tiene detrás: Atlético Tucumán, Gimnasia de La Plata, Rosario Central, Godoy Cruz, Racing, Arsenal y Huracán.
Todavía quedan 21 partidos (los dos del actual Apertura más todo el Clausura 2010), o sea 63 puntos en juego, para que River revierta esta proyección y no comience la segunda parte de 2010 en la zona más peligrosa. Algo mucho peor que una sequía de títulos o no clasificarse a la Copa Libertadores.