Luciano Benjamín Menéndez y otros tres acusados fueron sentenciados por unanimidad a prisión perpetua en el segundo juicio por la represión en Córdoba, en el que fue absuelto el ex policía Calixto Flores. Miguel Ángel «el Gato» Gómez, ex cabo del Departamento de Informaciones (D2) de la Policía, fue sentenciado a 16 años de prisión por los secuestros y torturas de esas nueve personas.
Clave:
* HIJOS: «Gómez tuvo poses de matón frente a los testigos y mostró su personalidad de cinismo y perversidad»
* Gómez está sospechado de ser quien secuestró, torturó y desapareció a Gladys Comba.
Foto: Gómez (Gentileza La Voz del Interior)
Luciano Benjamín Menéndez y otros tres acusados fueron sentenciados por unanimidad a prisión perpetua en el segundo juicio por la represión en Córdoba, en el que fue absuelto el ex policía Calixto Flores.
Miguel Ángel «el Gato» Gómez, ex cabo del Departamento de Informaciones (D2) de la Policía, fue sentenciado a 16 años de prisión por los secuestros y torturas de esas nueve personas.
Además del ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, fueron condenados a perpetua Campos, César Armando Cejas y Hugo Cayetano Britos, vinculados todos ellos al secuestro, tortura y asesinato del subcomisario Ricardo Fermín Albareda en 1979, mientras que Menéndez también fue inculpado por los secuestros y tormentos sufridos por otras nueve personas entre 1976 y 1977.
Los cuatro condenados a perpetua fueron vinculados al secuestro, tortura y asesinato del subcomisario Ricardo Fermín Albareda, en 1979, mientras que Menéndez también fue inculpado por los secuestros y tormentos sufridos por otras nueve personas entre 1976 y 1977.
En su alegato, Menéndez había defendido el accionar de la dictadura y citado al flamante ministro de Educación del Gobierno porteño de Mauricio Macri. «Bien lo dijo Abel Posse: ningún país repudió a su Ejército por lo que le exigieron sus gobiernos». La cita dista de haberle dado una mano al escritor. El represor insistió además con un latiguillo de los ex dictadores: «Los argentinos podemos preguntarnos, con patética tristeza, para quién ganamos la batalla». Y recaló en el argumento de que la dictadura defendió al país de «la amenaza del comunismo» y de los «terrositas marxistas» que querían «apoderarse del pueblo».
El tribunal rechazó los distintos planteos de nulidad que habían planteado las defensas, pero también evitó la calificación de «genocidio» que pedían los acusadores. Pese a ello, dictó la pena máxima que había pedido el fiscal Carlos Gonella tanto para Menéndez como para Campos, Cejas y Britos. En cambio, condenó a a 16 años de prisión (siete menos que los que había pedido la Fiscalía) a Miguel Angel Gómez y absolvió al ex suboficial policial Luis Flores.
Las pruebas
Luciano Giuliani, de la agrupación HIJOS, destacó que «los testimonios vertidos en este juicio dan cuenta del accionar de la policía en las dependencias ligadas a informaciones, también se conoció al menos en parte la función que tuvo el lugar conocido como casa de hidráulica».
En un comunicado resaltó que «en este trayecto que se recorrió del juicio hasta la etapa final también quedan algunas notas importantes, los dichos del defensor público Arrieta quién dijo que el último amigo que le queda al gato Gómez es nada más su defensor, mostrando el lugar que ocupa un personaje tan siniestro como nefasto y que nada muestra de arrepentimiento. Basta recordar el descaro de Gómez al momento de ofrecerse a hablar como si diese una entrevista o sus poses de matón frente a los testigos, en clara referencia a esa personalidad que lo hizo destacar por su cinismo y perversidad entre los represores».
«Mas allá del triste protagonismo de los imputados también es bueno notar la fortaleza de muchos familiares que estuvieron presentes en las audiencias, el espíritu de los testigos que revivieron hechos muy dolorosos y la permanente presencia de los organismos de derechos humanos que sostuvieron cada una de las jornadas de un juicio con muy poca prensa», se añadió.
Destacaron que, este juicio «sin lugar a dudas es un nuevo capítulo en el reclamo de Memoria, Verdad y Justicia».
«Para nuestra ciudad fue un hecho importante y movilizador, el primer represor que es llevado al banquillo de los acusados y que además es uno de los principales sospechosos por el secuestro y asesinato de Elsa Gladys Comba. Quienes aún recordamos la histórica movilización del 23 de marzo en Río Cuarto tenemos bien presente las palabras de Norma Comba acusando a este represor de haber detenido y torturado a su madre en ocasiones anteriores al secuestro del 23 de febrero de 1978 que terminó con el asesinato de Gladys».
«Queda un largo trayecto aún para que Río Cuarto pueda llegar a una etapa de juicio oral y público pero esta sentencia del día viernes es un paso más en una vigilia de justicia que llevan muchos familiares desde hace mas de 30 años», subrayaron desde HIJOS.