Caso Godoy Martorelli – El cirujano sigue fugado y asoma el fantasma de la prescripción

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La Justicia libró la orden de detención pero el cirujano plástico acusado del homicidio de una paciente no intentó ningún contacto con su abogado ó con Tribunales. La causa prescripe el 8 de marzo del año que viene y puede prescribir aún estando prófugo. Por su parte, Gonzáles Castellanos admitió que «un sobreseimiento por prescripción sería una frustración del accionar judicial».  «Con la Justicia no se juega», manifestó.

 El cirujano Jorge Godoy Martorelli sigue fugado y asoma el fantasma de la prescripción en la causa en la que está imputado de homicidio culposo.
El juez Carlos González Castellanos libró la orden de detención pero el cirujano plástico acusado del homicidio de una paciente no intentó ningún contacto con su abogado ó con Tribunales.
La causa prescripe el 8 de marzo del año que viene y puede prescribir aún estando prófugo.
«Hace 3 años que no tengo ningún contacto con él» había admitido el doctor Horacio Cordeiro Pinto, abogado defensor del cirujano.
Cordeiro Pinto confirmó que hicieron un nuevo requerimiento ante la Corte Suprema de Justicia que también negó la posibilidad. Finalmente optaron por un recurso de queja que el máximo organismo nacional aún no resolvió.
«La presentación la hicimos en Capital Federal pero cómo el expediente del Tribunal Superior bajó a la Cámara se fijó fecha de juicio», explicó.
«No sé donde está, ni que domicilio tiene. La causa prescripe el 8 de marzo del año que viene y puede prescribir aún estando prófugo. Los juicios penales no se pueden desarrollar sin la presencia del acusado», aseveró.
Por su parte, Gonzáles Castellanos admitió que «un sobreseimiento por prescripción sería una frustración del accionar judicial». 
«Con la Justicia no se juega», manifestó.

El hecho

La operación se había realizado el 20 de no­viem­bre de 2004, en una clí­ni­ca pri­va­da que fun­cio­na­ba en ca­lle Mo­re­no 303.
La mu­jer de 58 años fue anes­te­sia­da y nun­ca re­cu­pe­ró la con­cien­cia. Fa­lle­ció lue­go de va­rios pa­ros car­día­cos.
Tras revelarse el deceso comenzaron a reproducirse las denuncias públicas por presuntas malas praxis del cirujano riocuartense.
Martorelli está acusado de homicidio culposo, que prevé una pena excarcelable aunque podrían quitarle la licencia médica.

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