Habiendo comenzado la siembra de granos gruesos, y acorde al énfasis de los productores en cuanto al laboreo de la tierra con el menor riesgo posible, la soja está ganando participación, principalmente sobre el terreno quitado al maíz, cultivo que implica más riesgos y costos que la oleaginosa. De esta manera, se sembrarán entre 19 y 20 millones de hectáreas con soja, mientras que para el cereal el área trabajada no superará los 2 millones.
Si bien se estima una producción de entre 13 y 14 millones de toneladas, (manteniéndose con escasos cambios respecto de la campaña pasada), la superficie sembrada con maíz esta campaña es menor. Lo cual indica que si los rindes llegasen a ser inferiores a lo esperado, la participación del grano argentino en el mercado mundial caería aún más. De esta manera, Argentina ha dejado de ser una de las principales naciones exportadoras de maíz, liberando año a año una porción mayor del mercado que hoy es aprovechada principalmente por EE UU y Brasil.
Pero las heladas tempranas y las abundantes lluvias en EE UU que provocaron una caída del rendimiento (aunque aún no se sabe la magnitud de la misma), junto con la menor producción anunciada por China han repercutido en el precio de dicho cereal, efecto que podría no ser de tan corto plazo si se considera el aumento esperado en la demanda, lo cual genera una proyección positiva en cuanto a su cotización.
De esta manera, la especialización extrema en soja no solo reduce la diversificación, con las consecuencias nutricionales del suelo que esto implica, sino que además la exportación de harina, expeller y aceite crudo de soja a precio de commodity impide que se aprovechen las posibilidades que brinda el maíz a la hora de crear valor agregado ya sea en forma de balanceados para exportar luego carne (bobina, porcina, aviar), o como biocombustible.
Por lo cual, esta es otra oportunidad que se pierde, como consecuencia de la falta de diálogo y cooperación entre el gobierno y el agro. De esta manera, luego de que los productores decidieran la distribución de sus tierras entre los diferentes cultivos, (tras de varios meses de ausencia de operaciones en el mercado de maíz debido a la excesiva intervención estatal), el ministro de Agricultura, Julián Domínguez expresó su preocupación por la reducción del área destinada al maíz y propuso que sea uno de los temas principales de la agenda para esta campaña.
“ESTA ES UNA PUBLICACIÓN DE FUNDACIÓN EGE CON LA COLABORACIÓN DE Valentina Vázquez – MIEMBRO DE FUNDACIÓN EGE – info@fundacionege.org”