El oro brilla como nunca

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El oro cerró la segunda semana de noviembre en 1.110 dólares la onza. De esta manera sigue consolidando su carrera alcista, amparado por una nueva caída del dólar, y después de conocerse los datos de empleo de EE.UU., que destruyó 190.000 puestos de trabajo en octubre, elevando la tasa de desempleo al 10,2%, su nivel más alto en 26 años.

Desde la caída de Lehman Brothers, hace poco más de un año, su carrera ascendente ha sido impresionante. El rey de los metales alcanzó en octubre los 1.070,80 dólares en el mercado al contado y batió su récord histórico establecido en la primavera boreal de 2008. Entre los factores que explican la suba de su precio se pueden mencionar:
 La pérdida de valor del dólar, lo que obliga a los inversionistas a considerar otros activos financieros, en este sentido el metal pasó a integrar la cartera de los inversores generando una expansión en la demanda. En concreto, el oro se convirtió en refugio para los ahorristas europeos y estadounidenses, que han redescubierto las ventajas del «único tipo de activo realmente seguro», en la medida en que su valor, contrariamente a otras inversiones, no está ligado a un emisor que puede quebrar. El oro es dinero seguro, puesto que no se puede crear de la nada ni por decreto de los bancos centrales, como sí sucede con otras monedas. Adicionalmente, la demanda se disparó con la crisis, que provocó «un cambio fundamental de dinámica en el mercado» e instauró un «cambio de mentalidad en Occidente».
 Refugio contra la inflación. Los inversores institucionales, preocupados por diversificar y proteger su patrimonio han aumentado su demanda de oro. Según los analistas, es de esperar que el nuevo cambio de tendencia lleve a que en los próximos años los bancos estadounidenses vuelvan a convertirse en compradores netos del dorado metal, revirtiendo un proceso iniciado en 1999, que los llevó a vender miles de toneladas. La aseveración se basa en que el oro encuentra respaldo en los temores sobre la inflación y la debilidad del dólar, que en teoría lo hacen más barato para los tenedores de otras divisas. Es por ello que es considerado una cobertura frente a la inflación y la depreciación del billete verde. A nivel mundial, sin embargo, el metal representa por el momento sólo el 2% de las reservas de cambio, esencialmente porque las autoridades monetarias de las economías emergentes tienen todavía poco.
 Valorización sólida. Antes cuando la onza alcanzaba el valor de los u$s1.000 muchos salían a vender, mientras que ahora conservan el metal, esto se debe a que la valorización del oro se muestra sólida ya que en un año mostró rendimientos más que atractivos cercanos a 50%.
 Por el lado de la oferta, el declive de la producción minera debido al aumento de los costos implica una presión constante hacia la suba del precio del metal.
En lo que va del año, se superaron las expectativas que se tenían de principios de 2009 para este y el próximo año. La consolidación de los valores por encima de los U$S 1.100 es, para algunos analistas, sólo una de las primeras etapas de un gran mercado alcista.

Esta es una publicación de Fundación EGE con la colaboración de Claudina Vassallo – Miembro de Fundación EGE, info@fundacionege.org

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