Una suma fija para los menores

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En su apuro para obtener todas las leyes que quiere antes del recambio de legisladores en Diciembre, el Gobierno se apresta a enviar varios proyectos, entre ellos uno para poner impuestos a la renta financiera, otro para declarar la emergencia pública que en realidad es la forma oculta de abrir el canje a los bonistas que no entraron en el default y otro para dar una suma fija por hijo menor de 18 años.

     Es importante detenerse en este último en un país donde hay 30 % de pobres y 15 % de indigentes y donde los pobres son mayoritariamente menores. El apoyo inmediato a esa franja de la población de es absoluta necesidad. En todo caso, lo que es preciso entender es que la asistencia financiera para combatir las lacras del hambre y la pobreza del presente deben ir acompañadas por la capacitación para el futuro. Lo que está claro es que el empleo es el elemento mediador para ejecutar los derechos sociales de las personas y el empleo necesita capacitación.¿Cuál es entonces la tendencia actual en el mundo?

     En primer lugar pasar de las políticas pasivas a las activas de dar formación y facilitar el acceso al trabajo. Esto implica mejorar la capacidad de inserción laboral para lo cual se requiere desarrollar el espíritu de empresa, fomentar la capacidad de adaptación tanto de los trabajadores como de las propias entidades empleadoras y reforzar la política de igualdad de género entre hombres y mujeres.

     Segundo esta formación tiene en cuenta que el mundo está globalizado y es competitivo, por lo tanto se busca adaptar a las personas para generar aumento de productividad en las empresas.

     Tercero se promueve que las competencias adquiridas por los trabajadores sean objeto de acreditación. Se busca que los comportamientos que operan como indicadores de las competencias adquiridas sean en su certificación portátiles y que la movilidad entre empleos no obligue toda vez a comenzar de nuevo para comprobar lo que se sabe hacer.

     Cuarto se distingue cada vez más entre conocimientos y competencias. Se considera que los conocimientos son la base sobre la cual se construyen las competencias. Se trata de formar personas que sean seleccionadas para el empleo en base a actitudes conductuales y comportamientos eficaces y eficientes.

     En otras palabras se busca entrenar para la adaptabilidad al cambio, a los puestos de trabajo, a su capacidad para trabajar en equipo, a desarrollar la capacidad de liderazgo, de iniciativa, de sentido común. Se entiende que para trabajar bien hay que estar motivado y para estar motivado hace falta un buen clima organizacional y eso se logra con personas que estén dispuestas a adquirir compromisos y a trabajar en colaboración mutua. Esto es todo un rumbo a considerar en esta época donde todavía en muchos lados la educación se centra en exámenes conductistas y la selección de candidatos sobre exámenes que evalúan memoria antes que comportamientos.

Dr  Roberto Tafani 

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