El ahora ex entrenador de River, Néstor Gorosito, renunció a su cargo luego de que los principales referentes del plantel le recriminar el jueves los cambios que había hecho ante Arsenal y Gimnasia de La Plata, y en particular el ingreso en ambos partidos de Cristian Fabbiani.
«El Ogro» nunca estuvo en sintonía ni con Marcelo Gallardo ni con Ariel Ortega, quienes desde su mismísima llegada al club lo advirtieron respecto a su conducta y al bajo perfil que debía mantener. Fabbiani no les hizo caso.
Por eso, empezaron a hacerlo a un lado dentro del grupo, y cuando la situación se puso complicada por los malos resultados, reclamaron en la intimidad que Gorosito lo sacara del equipo.
«Pipo» cumplió y puso en su lugar a Daniel Villalba, pero ni siquiera con esa «advertencia» Fabbiani cambió de actitud.
Los referentes, a los que se sumó Matías Almeyda, redoblaron la presión entonces para que Fabbiani no fuera incluido ni siquiera entre los convocados.
Gorosito evitó tomar decisiones drásticas y siguió dándole minutos al ex delantero de Newell´s, que entraba en reemplazaba al «Keko» Villalba en los segundos tiempos.
Y los referentes estallaron.
Después del empate con Gimnasia, le reclamaron a Gorosito que no sacar más a Villalba para darle lugar a Fabbiani. Gorosito respondió sólo con su renuncia.
Frente a ese escenario, el próximo entrenador sabe que tendrá un frente de conflicto abierto, aunque hay quienes aseguran que pase lo que pase, Fabbiani no será más tenido en cuenta y su ciclo en River habrá terminado con el tacto malogrado ayer.
River no le va a pedir al Cluj rumano ni una prórroga del contrato ni una cesión definitiva. Más allá del entrenador que se elija, independientemente de la duración del contrato que tenga, Fabbiani es historia.