Caso Nicolás Sabena – El fiscal Medina pidió 5 años de prisión para el remisero acusado de intento de extorsión

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Hoy se conocieron los alegatos. La querella adhirió al planteo del fiscal de Cámara y la defensa solicitó la absolución. El remisero Martín Soria escribió las cartas extorsivas que recibieron los padres del joven. Cuando habló ante el Tribunal admitió que conocía a los Vargas Parra, los dueños de la quinta donde se realizaron varios operativos. Estuvo detenido junto a «Jack», uno de los hijos, pero aseguró que mantiene una «mala relación». El abogado de Soria, Enrique Zabala, consideró que «habría que analizar la calificación porque él nunca fue a buscar el dinero».

En la Cámara Segunda del Crimen se conocieron los alegatos en el juicio al remisero acusado de intentado de extorsión a la familia de Nicolás Sabena, el joven desaparecido en septiembre del año pasado.
El fiscal de Cámara Jorge Medina solicitó una pena de 5 años de prisión para el acusado y a su postura adhirió el doctor Félix Nieto, abogado de los damnificados.
Por su parte, el doctor Enrique Zabala, defensor de Soria, requirió la absolución por considerar que el delito nunca se consumó.
El remisero Martín Soria escribió las cartas extorsivas que recibieron los padres y su autoría fue confirmada por una pericia caligráfica.
Cuando habló ante el Tribunal, Soria admitió que conocía a los Vargas Parra, los dueños de la quinta donde se realizaron varios operativos. Estuvo detenido junto a «Jack», uno de los hijos, pero aseguró que mantiene una «mala relación».
El abogado de Soria, Enrique Zabala, consideró que «habría que analizar la calificación porque él nunca fue a buscar el dinero».
Soria afirmó en el juicio que escribió las cartas porque Nicolás le habría dejado una deuda de 700 pesos por viajes en su remis.
Añadió que intentó cobrárselos al padre del joven, pero éste -según indicó- se negó a reconocer la deuda. Ante esta situación, envió las misivas aunque aseguró que se arrepintió y no fue a cobrar el dinero.
El imputado sostuvo que desconocía lo que había pasado con Nicolás y que se enteró de su desaparición por los medios.
El trabajador del volante trasladó en varias ocasiones al joven antes de que se perdieran todos los rastros sobre su paradero. Luego, intentó extorsionar a los padres a cambio de dinero.

Amenaza

«Si querés que vuelva a las 22 poné 3 mil pesos. De lo contrario sabés como sigue. Ojo con avisar a la Policía. Se puntual en la Plaza Mójica» La primera advertencia fue escrita en letra manuscrita el 22 de septiembre del año pasado. Había pasado solo una semana desde la desaparición definitiva de Nicolás, en la que la familia perdió todo contacto con él.
El remisero Martín Soria, de 26 años, nunca apareció a la cita. Prefirió enviar una segunda misiva con una amenaza similar que convocaba a los padres del joven al sector de «en Buenos Aires y la rotonda de la Plaza». Tampoco arribó a la convocatoria extorsiva.
Soria no dio lugar a las negociaciones ni pruebas de vida de Nicolás. Tampoco manifestó tener en su poder al joven. Los investigadores creyeron que se trataba de un aprovechador, pero el tiempo lo podría convertir en un sospechoso directo de la desaparición.
El remisero, que cumplió una condena por robo calificado por uso de armas no opuso resistencia al ser detenido y tampoco quiso declarar ante el fiscal de la investigación, el doctor Javier Di Santo.
Soria había trasladado en varias oportunidades a Nicolás en su vehículo. Conocía, además, algunos datos personales que influyeron en las amenazas.
Para Rosa Sabena, la madre del joven desaparecido, el remisero «pudo haber sido quien asesinó a Nicolás», según señaló el doctor Félix Nieto, abogado de la mujer.
La presunción se originó en un llamado telefónico, de una supuesta vidente, que le advirtió sobre la vinculación del trabajador del volante con un eventual desenlace fatal.

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