Gorosito enfrentará los micrófonos cuando el plantel vuelva a los entrenamientos.
El entrenador de River, Néstor Gorosito, dirigió el entrenamiento de hoy, mantuvo una charla con los jugadores por la mañana mostrándose entero y luego se reunió con el presidente del club, José María Aguilar.
Después del día de ayer de reflexión para Gorosito, en el que Aguilar se pudo comunicar con el entrenador a última hora para semblantearlo, todo transcurrió con tranquilidad hoy en el entrenamiento realizado a puertas cerradas en el predio de Ezeiza.
Gorosito llegó 8:45, quince minutos después lo hizo el dirigente del Consejo de Fútbol, Rodolfo Cuiña, con quien mantuvo un minuto de diálogo antes de la habitual charla con sus futbolistas, que fue de bajo perfil teniendo en cuenta la crisis de identidad que padece el equipo.
El cuerpo técnico agrupó a los jugadores en la mitad de la cancha y Gorosito habló tres minutos para luego pasarle la posta a su ayudante, Jorge Boreli, y al preparador físico Agustín Buscaglia.
La charla fue meramente táctica y de aliento para los jugadores, tratando el entrenador de mostrarse entero después del respaldo que expresaron ayer los referentes del plantel (Ariel Ortega, Marcelo Gallardo y Matías Almeyda) ante Mario Israel, Domingo Díaz y Cuiña.
Pero los jugadores deberán respaldar al entrenador dentro de la cancha porque River está a quince puntos de la zona de Promoción, sumó la misma cantidad de partidos sin ganar en condición de visitante y tres derrotas en el torneo Apertura, además de la prematura eliminación en la Copa Sudamericana, donde no estará más invitado y está lejos de clasificar a la próxima edición.
“No es el momento de cambiar de entrenador porque la culpa no es de (Néstor) Gorosito, es época de elecciones. Además si viniera otro técnico seguiríamos teniendo los mismos jugadores, sin delanteros. Los que salen a la cancha son los jugadores”, apuntó Almeyda en las últimas horas.
Luego de la práctica, alrededor de las 13, se concretó el esperado encuentro entre Gorosito y Aguilar en el estadio Monumental.
Durante la charla, que se prolongó durante poco más de dos horas, hablaron de fútbol, hubo arenga y renovación de respaldo para afrontar el último tramo de ambos en la entidad Núñez.
Esto no quita que el próximo domingo, frente a Gimnasia y Esgrima La Plata, pueda haber un nuevo golpe de timón si los ‘millonarios’ sufren otra derrota y el hostigamiento de los hinchas es peor que ante Arsenal.
En Sarandí fue la primera muestra de descontento de los simpatizantes de River para con el entrenador, cuando hace un tiempo atrás responsabilizaban solamente a los jugadores, “acusados” a través de banderas de querer que Gorosito se vaya.
La idea de los popes en Núñez es estirar la situación para no forzar una mesa de diálogo con los candidatos a presidente, quienes en su mayoría no están dispuestos a consensuar un entrenador que no sería del total agrado del nuevo mandamás.
Gorosito enfrentará los micrófonos mañana, cuando el plantel vuelva a los entrenamientos por la mañana en el predio de Ezeiza, en una conferencia de prensa que lo mostrará entero y con el pecho “inflado” ante el respaldo de las partes.
En conclusión ‘Pipo’ sólo se irá si es por voluntad propia, en una decisión que tendrá que ver más con lo contractual que con los resultados deportivos, con River descartado de los objetivos que se planteó a mitad de año.