Cuando se produjo la liberación en la elección de las mutuales la mayoría de los trabajadores optó por otras opciones. Pese a que contaba con afiliados de medianos y altos ingresos, la obra era fuertemente cuestionada por sus prestaciones.
La Obra Social de la Bancaria, inmersa en la polémica por la investigación que derivó en el escándalo de los medicamentos truchos y de la que escapan sus propios afiliados.
Cuando se produjo la liberación en la elección de las mutuales la mayoría de los trabajadores del gremio optó por otras opciones. La mutual tiene 500 afiliados según reveló Oscar Pinchione, gerente de la entidad en Río Cuarto, aunque se desconoce cuántos efectivamente son empleados de bancos.
Pese a que contaba con afiliados de medianos y altos ingresos, la obra era fuertemente cuestionada por sus prestaciones y la demora en la entrega de medicamentos.
Osvaldo Giordano, secretario general de la Bancaria en la ciudad, había afirmado que «son numerosas las críticas contra la mutual y por eso muchos optaron por irse».
Sindicalistas consultados por Teledciario afirman que «siempre hubo una concentración en Capital Federal sobre el manejo».
El ex gremialista y actual secretario de Desarrollo Humano municipal, Jorge Montón, afirmó que «se reprodujeron cuantiosos reclamos para que se descentralice la toma de decisiones que siempre estuvo en Capital Federal».
«Hace 10 años, cuando comenzó la crisis, la mutual estaba virtualmente en quiebra», aseveró.
Actualmente, la mutual solo mantiene un convenio con el Policlínico San Lucas y recibe la medicación para tratamientos oncológicos – en la mira de la Justicia por la participación de la droguería San Javier que habría suministrado remedios truchos- directamente del Policlínico de la Bancaria en Buenos Aires.