Caso Ale Flores – La excavación que podría decidir la suerte de la causa

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Se realizará este miércoles, desde muy temprano, en la vivienda de calle Deán Funes al 600 -frente al anexo del Juzgado Federal-, que perteneció a la enfermera Roxana Manassero. La mujer fue pareja del policía Gustavo Funes -uno de los acusados- y la enfermera Nieto dijo que allí derivaron a la criatura luego de la colisión con un móvil del Comando Radioeléctrico.  

Esta mañana realizaron la excavación que podría decidir la suerte de la causa por la muerte de Alejandro Flores, el niño desaparecido el 16 de marzo de 1991.
El operativo se realizará desde muy temprano en la vivienda de calle Deán Funes al 600 -frente al anexo del Juzgado Federal-, que perteneció a la enfermera Roxana Manassero.
La mujer fue pareja del policía Gustavo Funes -uno de los acusados por el hecho junto al comisario retirado Mario Gaumet-. 
La enfermera Norma Nieto dijo que allí derivaron a la criatura luego de la colisión con un móvil del Comando Radioeléctrico.  La mujer dijo que presenció el accidente y que Gaumet la obligó a subir al automóvil Renault 12 para trasladarla hasta la casa de Manassero.
Al llegar al lugar le habría pedido que se bajara del rodado y que no dijera «ni una palabra» de lo que vio.
El fiscal Walter Guzmán señaló en diálogo con Telediario que «esto surge del pedido de una de las partes y evaluado con el resto del material probatorio parece pertinente determinar si allí hubo un enterramiento secundario del chico».
La vivienda fue vendida por Manassero dos meses después de la primera excavación, en 1995, y tras las declaraciones del oficial Jorge Múo.
Si se encuentran restos de ropa en el lugar podría avanzar la hipótesis de un enterramiento secundario que pondría en jaque la prescripción. Si el procedimiento da resultados negativos se iniciará una «difícil» batalla para defender la calificación de lesa humanidad, tal como lo admitió el abogado de Víctor Flores, Julián Oberti. 

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