¿Argentina cerca de la Recuperación?

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A nivel nacional han comenzado a circular interesantes estudios que dan cuenta de que en el segundo trimestre del año la recesión económica habría hallado su piso, y que ya en el tercero podría esperarse una recuperación. Los estudios anuncian que el incremento del consumo real en supermercados, incrementos en el nivel de inversión y una importante desaceleración de la caída de la producción industrial. Pero, ¿Implica ello que la crisis ha pasado y que la calidad de vida de los argentinos se está recuperando? Ciertamente no. Veamos por qué debe relativizarse la positividad de estos hechos.

En un contexto inflacionario como el actual, es lógico que aumenten las ventas nominales en supermercados por el incremento de los precios. Pero si lo que está aumentando son las ventas reales en supermercados, es decir, el consumo real, muy probablemente pueda deberse a que está aumentando el consumo de bienes básicos que en este contexto técnicamente se denominan Bienes Giffen. Su particularidad es que se comportan de manera contraria al resto de los bienes en la economía: cuando su precio aumenta, también lo hace su consumo. Esto no es paradójico si se tiene en cuenta que estos bienes –por ejemplo la papa, la leche en sachet, el vino en tetrabrik, algunos cortes de carne, enlatados, etc.-, son bienes cuyo consumo disminuye cuanto mejor es la situación económica del consumidor lo que permite reemplazarlos por otros de mayor calidad y por ende mayor costo; no poseen sustitutos a ese precio o no están disponibles en gran cantidad; y ocupan en conjunto un porcentaje importante del ingreso del consumidor. Así, cuando el precio de estos bienes aumenta el consumidor no puede dejar de comprarlos aunque su ingreso real sea menor, y por ende aumenta la cantidad global consumida de los mismos. Si la mayoría de la población se está viendo obligada a consumir bienes de menor calidad utilizando una parte cada vez mayor de sus ingresos para poder hacerlo, difícilmente podremos decir que la crisis está menguando.
El incremento interanual en los anuncios de inversión en el segundo trimestre, por su parte, debe observarse contextualizando ambos momentos del tiempo, ya que en el segundo trimestre del 2008 no hubo nuevas inversiones debido a la gran incertidumbre interna y externa generada por el conflicto entre el gobierno y el campo y la crisis internacional, respectivamente. Luego, que en el 2009 haya más anuncios que en el mismo período del año anterior no implica que necesariamente se haya constituido un nivel de inversión que permita hablar de una recuperación económica. Además, muchos anuncios se deben a obra pública cuya fecha de ejecución no es cierta.
En cuanto a la desaceleración de la caída de la producción industrial, hay varias aristas que es necesario tener en cuenta para estimar la factibilidad de una pronta recuperación. Por un lado, hasta el momento los rubros que tuvieron mejor desempeño fueron el de la industria alimenticia, la farmacéutica y el tabaco. En la comparación interanual es propio que la industria alimenticia aumente este año debido a que muchos de sus productos son básicos para la vida y caen en la categoría de bienes giffen, y que en el 2008 por el conflicto entre el gobierno y el campo se vio en gran medida paralizada en algunos meses. La fobia generada por la Gripe A desató un boom en todos los laboratorios farmacéuticos nacionales que no se había dado el año anterior. Y en cuanto al incremento del consumo de tabaco, está científicamente comprobado que es uno de los rubros más expansivos en los períodos de crisis ya que está fuertemente asociado con el grado de stress de la población. Pero por otro lado, la industria metalmecánica que explica un cuarto de la industria manufacturera y que está asociada a la inversión productiva, tímidamente comienza a funcionar nuevamente tras meses de parálisis. Mientras, no se consiguen insumos industriales que antes se importaban.
De esta manera, que haya indicios positivos en ciertas variables reales de la economía no debe tomarse ligeramente como una incipiente recuperación. Además, no debe olvidarse que llegamos a la crisis no sólo por factores netamente económicos, sino que en gran medida estuvo impulsada por la falta de políticas consistentes, el clientelismo político y la inseguridad jurídica, entre otras causas y que lamentablemente, lejos de mejorar se profundizan. Hoy el 70% de las provincias están en déficit; se aplican ajustes tarifarios de servicios públicos ilógicos en plena crisis luego de años de ausencia de política energética; los niveles de pobreza e indigencia demuestran el elevadísimo gasto público totalmente ineficiente en los últimos años e insostenible en el tiempo. Mientras, el gobierno nacional consigue un Estado cada vez más grande que redistribuye a la inversa.
Argentina no está cerca de la recuperación. Estos indicios muestran que la economía tiene pulso, pero el país aún no halla el oxígeno necesario para ponerse nuevamente de pie y proporcionarle a su pueblo un nivel de vida digno.

Esta es una publicación de Fundación EGE con la colaboración de la Lic. Cecilia Reboyras – Miembro de Fundación EGE, info@fundacionege.org

 

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