El creciente grado de cierre de la economía perjudica el crecimiento a largo plazo

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Las restricciones a las importaciones producen daños a corto y largo plazo. En el corto plazo lo que todos ya empezamos a ver de desabastecimiento en algunos productos que no se producen localmente. Un problema es que como para importar cierta línea de productos se deben pedir autorizaciones –licencias de  importación- esto implica un trámite burocrático ante un organismo o funcionario público y acá aparece la posibilidad de coimas o retornos, vale decir no es que se autoriza la compra en el extranjero en función de objetivos o medidas de política económica, sino en función de la llegada al poder de turno.

No solo eso como para importar hay que estar inscripto en el registro respectivo de la Aduana, y este en la actualidad es mas dificultoso que ese organismo lo expida, empresas que necesitan traer mercadería del exterior pero no tienen o no consiguen ese registro recurren a las que ya están inscriptas para hacer el trámite de importación y por supuesto que estas cobran por eso. En definitiva provoca conductas rentísticas que terminan recayendo en el consumidor, vía mayores precios, menor disponibilidad o calidad de productos. Pero además es que existe escasez  de insumos importados que forman parte de procesos productivos internos y entonces se dificulta la actividad económica doméstica.
Las consecuencias a largo plazo son menos claras y más graves aún. Existen investigaciones que demuestran que el período de mas largo crecimiento económico de Argentina, 1880 a 1930, la tasa de apertura de la economía  superaba el 25%, y a partir de la década del ´30 en adelante el país empezó a perder su dinamismo de largo plazo, que es cuando empezó el cambio hacia una economía mas cerrada.
Esta situación si se quiere se puede justificar en los años que mediaron entre la crisis económica mundial de 1930 y la segunda guerra mundial, período en el cual las economías se cerraron para defenderse de esa coyuntura, pero el tema es que este esquema de economía semicerrada, continuo a partir de 1945 y el país desaprovecho el crecimiento económico mundial verificado en las siguientes tres décadas, lapso que en la literatura económico se lo suele denominar como “los treinta gloriosos”. Por caso Corea que a principios de los ´60 estaba por detrás de Argentina en casi todos los indicados económicos y sociales, hoy nos supera ampliamente.
De hecho el crecimiento económico verificado en nuestra economía a partir del año 2002, puede ser explicado por la notable mejora en nuestros términos de intercambio y porque muchos de los avances tecnológicos implementados gracias a la apertura de la década anterior rindieron sus frutos en los años siguientes, vale decir por la mayor apertura de la economía a la innovación tecnológica foránea y por el crecimiento económico mundial. Además las trabas a las exportaciones va a contramano de lo que hace el resto del mundo que con tal de vender en lugar de perjudicar tratan de apoyar con las herramientas de política económica a mano.

«ESTA ES UNA PUBLICACIÓN DE FUNDACIÓN EGE CON LA COLABORACIÓN del Lic. Claudio FORLANI – MIEMBRO DE FUNDACIÓN EGE – info@fundacionege.org

 

 

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