La enfermedad de la duda

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Cada día sumamos mas dudas. Cuando acabamos de curarnos de las sorpresas y mentiras, ahora los políticos nos «siembran» dudas. Es un producto que crece en forma astronómica ya que se afianza en nuestra mente, crece y nos desequilibra. Es que en el país nos han mentido tanto que nos es más que difícil distinguir entre la realidad y la ficción. Por eso cuando vemos que nadie es culpable de nada, que nadie hace el «Mea Culpa», que cambia las cifras que están publicadas; decimos, «Están enfermos»

Pero ¿de qué? Cuando una persona no acepta una verdad, busca por mil razones rebatirla. Eso seria un mentiroso. También es una enfermedad ser soberbio. Es querer siempre tener la razón y ser superior a todos. El no oír sugerencias, consejos o ver una realidad diferente a la que uno tiene, son características de la insania. También lo es que las personas se cierren en si mismos y se crean que son casi dioses. Que todo lo saben y todo lo ven, no es una prueba de cordura.

Lo triste y lamentable es que como Ulises, oyen los cantos de sirenas, a pesar de estar comandando un país. A aquel marino lo que oyó no fueron cantos de sirena, sino mujeres reales. Fue una excusa ya que las sirenas no existen, pero había que justificar la ausencia de la cama matrimonial por años y la pérdida del barco. Una escapatoria de ese tenor, hoy no la creería la «bruja». Se estaría liquidado. Pero los gobernantes nos lo quieren hacer creer. La culpa la tuvo Andrés, decía un canción de hace años atrás. Y el pobre muchacho cargaba con todo.

¿Cómo se llamaría hoy Andrés? Pero, el yo no fui, fue el otro, esta vigente.

 

Atentamente

Juan R Bell

92061605

Rio Cuarto

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