El negro que te da amor y felicidad Las propiedades del chocolate

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Si estás triste, estresado o sufres de mal de amores y algún amigo te sugiere que comas chocolate, ¡hazle caso! Es que el consumo de chocolate induce a la producción, en el cerebro, de ciertos neurotransmisores llamados biomoléculas del placer.
Algunos neurotransmisores son hormonas, proteínas producidas por células especializadas que afectan la función de otras células. Las hormonas serotonina y endorfina son neurotransmisores, es decir que intervienen en la comunicación entre neuronas. La primera actúa en la inhibición del enojo, el humor y la sexualidad. Estas inhibiciones están directamente relacionadas con los síntomas de la depresión. Cuando sus niveles son bajos estamos nerviosos, irritables y estresados. El chocolate induce a la producción del aminoácido triptófano, precursor de la serotonina.

La endorfina produce sentimientos de euforia (como el mío al saber que alguien lee lo que escribo), aumenta el placer y reprime el dolor. Cuando sus niveles son bajos nos sentimos más ansiosos y concientes del dolor. Tras comer un poco de grasa, contenida en el chocolate por ejemplo, se notará un cambio en el estado de ánimo, un aumento en la sensación de placer asociados con el aumento en la concentración de endorfina.
La feniletilamina (¡vaya nombre!), neurotransmisor liberado por el chocolate, induce la secreción de dopamina, otro neurotransmisor, responsable de la capacidad de desear algo y de repetir un comportamiento que provoca placer. También induce a la producción de norepinefrina y oxitocina, mensajeros químicos del deseo sexual. También contiene anandamida, otro neurotransmisor, que activa la secreción de dopamina y produce efectos de euforia similares a los de la marihuana. La relajación que provoca este neurotransmisor parece ser mayor en hembras, según un estudio realizado en ratas de laboratorio, por lo cual podría explicarse la mayor tendencia a consumir chocolate observada en mujeres.
La anandamida se degrada rápidamente pero el chocolate posee sustancias que retrasan esta degradación por lo cual la sensación de placer al consumirlo dura más tiempo.
Además de aumentar el bienestar, el chocolate negro también contribuye a mejorar la salud por su alto contenido de flavonoides, los cuales tienen propiedades antioxidantes. Éstos ayudan a proteger al organismo contra el envejecimiento prematuro y a prevenir ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Se ha demostrado científicamente que las personas que consumen chocolate negro, rico en flavonoides, son menos susceptibles a la hemólisis (desintegración de los glóbulos rojos) inducida por los radicales libres, moléculas que pueden alterar las membranas celulares y atacar el material genético. El consumo insuficiente de antioxidantes, entre los que se incluyen los polifenoles (derivados de los flavonoides), puede conducir a padecer de arterioesclerosis, diabetes y obesidad.
El chocolate disminuye la presión arterial y la resistencia a la insulina si se consume en una dieta equilibrada.
El árbol de cacao cuyo fruto se fermenta y origina el chocolate, la llamada “bebida de los dioses”, es utilizado por la humanidad desde hace más de 3.500 años. Civilizaciones precolombinas mesoamericanas incluían una bebida amarga proveniente de la fermentación del cacao en sus rituales religiosos y más tarde lo utilizaron como bebida de reyes y nobles mezclándola con  chile (ají picante). Hernán Cortés lo probó de los aztecas y lo llevó a España introduciéndolo en la corte del rey Carlos I donde sólo era bebido por las damas, condimentado con especias. Los religiosos que marcharon a evangelizar a los indios americanos tomaron contacto con el cacao y se cree que fueron los primeros en agregarle azúcar para obtener el chocolate tal y como lo conocemos en la actualidad.
Existen tres variedades de cacao: criolla, forastera y trinitaria. La primera se cultiva en América, siendo Venezuela uno de los productores de cacao criollo de mejor calidad, en la zona del Océano Índico y en Indonesia. Se reserva sólo para la elaboración de los chocolates más finos. La variedad forastera es la de cultivo más extensivo y proviene de África. La variedad trinitaria es un híbrido obtenido del cruzamiento de las anteriores, proveniente de la isla de Trinidad y posee una calidad intermedia.
BBC Mundo informaba, en abril de 2008, que un chocolate procedente de cacao criollo venezolano cultivado en el estado Aragua provocaba furor en Londres. Este cacao, producido en Choroní, sitio de playas paradisíacas y localización de las plantaciones de cacao criollo más antiguas del país, es fermentado y procesado por una empresa de origen británico y comercializado sin aditivos, lo cual lo hace de altísima calidad.
Por eso, querido lector, no te atiborres de chocolate, pero no te niegues aunque sea una vez al día del placer y la salud que te brinda tu negrito.

Dra Fabiana Malacarne
Magister en genética y divulgación científica

 

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