Caso Ale Flores – No debo ser yo quien señale si soy un policía honesto

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Video: Nota a Gustavo Funes – Marcelo Brito (2º parte)

ROMPIO EL SILENCIO – Primera parte

Gustavo Funes, uno de los dos policías acusados por la muerte de la criatura, habló después de 18 años. Esta mañana se presentó en Tribunales junto a su abogado y dijo que quiere declarar en la causa.

Clave:
* «Esperé a que me convocaran a declarar y nunca pasó».
* «Soy absolutamente inocente» 
*  «Es muy difícil acordarse de lo que uno hizo 18 años atrás».
* «Me fui de Río Cuarto porque quería entrar al grupo Eter. A mi nadie me corrió ni me escondieron»
* «Nunca hablé con Gaumet del hecho. Perdí contacto con él cuando estaba en Córdoba».
* «No corresponde que hable de Múo»
*

Por Guillermo Geremía (guillermogeremia@yahoo.com.ar) – Pablo Callejón (pjcallejon@yahoo.com.ar)  – Cámara Guillermo Silva

«No debo ser yo quien señale si soy un policía honesto» Gustavo Funes, uno de los dos policías acusados por la muerte de Alejandro Flores, habló por primera vez después de 18 años de estar sospechado en una causa que conmueve a los riocuartenses.
El ex agente del Comando Radioeléctrico y oficial del Grupo Eter hasta que el gobernador Juan Schiaretti decidió pasarlo a retiro, se presentó esta mañana en el Palacio de Tribunales junto a su abogado Marcelo Brito -recordado en Río Cuarto por su defensa de los Macarrón en el caso Dalmasso – y dijo que quiere declarar en la causa.
De impecable traje gris y visiblemente nervioso, Funes enfrentó por primera vez a la prensa junto al penalista Brito, en el hall de acceso al Palacio de Tribunales. En una entrevista de más de 20 minutos decidió poner fin a un anonimato que supo construir minuciosamente desde que desapareció el pequeño la tormentosa tarde del 16 de marzo de 1991.

-¿Por qué se presentó hoy en Tribunales?
– Dentro de la función policial no podemos interponernos a la Justicia. Entonces si yo me presentaba lo consideraba de esa forma. Esperé a que me convocaran a declarar y nunca pasó. Ahora, con la decisión de los doctores y tras los dichos del Gobernador de pasarme a retiro decidí hacer la presentación.

– ¿Qué recuerda de la tarde del 16 de marzo de 1991?
Funes – De eso no voy a hacer ninguna consideración.

– ¿Se considera inocente de aquel hecho?
Funes – Absolutamente.

-¿Estuvo con Gaumet aquella tarde?
Funes – Eso es referente a lo que pasó y mi abogado me pide que no hable.

– ¿Por qué no quiere hablar de lo que hizo ese día?
Funes – Es muy difícil acordarse de lo que uno hizo 18 años atrás.

– ¿Por qué no habló antes entonces?
Funes – No me lo permite mi legislación institucional. Yo depende de una institución verticalista. Esta presentación tampoco la debo estar haciendo…

– ¿Qué mensaje tiene para el padre de Víctor Flores?
(Interrumpe Brito) –  Voy a responder yo porque estamos abordando un tema de un proceso penal. El señor se ha presentado porque tiene derecho a ejercer su defensa, mientras tanto no va a ser una referencia concreta al hecho.

– ¿Por qué no va a hablar si cree que no tiene nada que ver?
Brito – Precisamente, la presentación que acabamos de hacer propende a que no se cierre el proceso porque los padres  del menor tienen derecho a conocer la verdad histórica. No nos abrazamos a la prescripción. Queremos que se cite a prestar declaraciones a Funes. En lo sucesivo quien se va a referir al proseso penal serán el doctor Dragotto y quien les habla.

– Doctor, han pasado 18 años de hermético silencio y la gente quiere saber su versión. El ya ha sido imputado…
Brito – Ha transcurrido todo este tiempo y Ud ha obtenido una respuesta, si no lo satisface la respuesta es una cuestión suya. El acaba de decir por qué no habló. Pero, también quiero decirle que después de 18 años y frente al señalamiento injusto que se le ha hecho comparece ante el poder judicial y quiere someterse al proceso con posibilidad de defensa. Incluso, teniendo el derecho de abstención el ya adelanta que cuando sea convocado va a declarar.

– ¿Funes, Por qué se fue de Río Cuarto?
Funes – No pedí el traslado a Córdoba. Dentro de la fueza existe el Eter, que es un grupo de elite de primera línea en la cuál se convoca a un cupo para ingresar y no accede cualquiera. De Río Cuarto han ido muchos policías y no han podido ingresar. Es un anhelo de todo policíal entrar porque es un honor grandísimo. Desde el año 89 al 97 no había habido cursos y en el 97 aprobé. A mi nadie me corrió ni me escondieron.  

– Flores dice que Ud se fue porque tiene un hijo discapacitado…
Funes- Es cierto que tengo un hijo discapacitado y que las atenciones médicas son mejores en Córdoba que acá. Pero, la razón es que por querer revistar en el Eter me fui.

– ¿Cómo vivió estos 18 años con la sospecha que pesaba sobre Ud?
Funes – Tranquilo.

– Algunos policías dicen que UD tiene una protección porque si lo condenan hablaría de corresponsabilidades de otros policías
Funes – No nada que ver. 

– ¿Por qué no habló con los padres de Ale?
Funes – Si, he hablado. El padre de Ale fue a mi casa.

– ¿Qué le dijo UD?
Funes – Eso ya está dentro de la causa.

– ¿Cree que un móvil policial pudo haber matado a Ale, aunque UD no hubiera estado en él?
Funes- No conozco. No he sido citado nunca.

– ¿Se considera un policía honesto?
Funes – No lo tengo que decir yo, lo tiene que decir la gente o mis jefes.
(Interrumpe Brito) – Perdón, lo dice la foja de servicio de él. La calidad y capacidad surge de la foja. Habría que preguntarle a quienes la tienen la pregunta.

– ¿Ud tenía una relación con Gaumet, la mantiene?
Funes – Tenía relación de compañero de trabajo, lo conozco del trabajo. Perdí contacto con él cuando estaba en Córdoba.

-¿Habló con Gaumet sobre el hecho?
Funes – No, para nada. El tiene su forma de pensar, de actuar y hacer las cosas y yo estaba limitado a una situación de verticalismo, de autoridad, en la cual las cosas exigian el permiso de mis superiores.

-¿Qué opina del ex policía Múo?
Funes – Creo que no corresponde en este momento hacer algún tipo de declaración sobre él.

– ¿Lo afecta personalmente esto? Recién lo veíamos a punto de llorar…
Funes – Lo que pasa es que son años de servicio y uno brinda todo. Se pierde la familia y momentos por estar ahí. En la fuerza ya cumplí mi ciclo, tengo 21 años de servicio. Lo que cuesta es alejarse del equipo porque defendemos a la gente, hemos estado en situaciones riesgosos, a nivel de perder la vida.

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