Por la Dra Ingrid Waisman – Médica Pediatra –
MP 6508 Mesp 2749
Como muchos inviernos, éste que acaba de despuntar ha traído un aumento importante de consultas por infecciones respiratorias.
Los consultorios médicos privados y públicos no dan abasto, las camas hospitalarias están saturadas de pacientes, la atención en las guardias pediátricas y clínicas está al rojo vivo.
En los hospitales, centros de salud y sanatorios, no sólo los pacientes están enfermos: los médicos, enfermeras y secretarias también se enferman en un porcentaje importante, y además están agotados y desbordados por una tarea que excede largamente sus obligaciones habituales, y que todos cumplen con esfuerzo y vocación, muchas veces a costa de su propia salud física y mental.
Es bueno aclarar que la mayoría de las infecciones respiratorias en niños y adultos este invierno ocurre por diversos virus: el virus influenza de la gripe común, virus parainfluenza, virus sincicial respiratorio en niños, y en algunos casos el famoso virus A/ H1N1.
Las enfermedades respiratorias virales (todas ellas) se transmiten rápida y fácilmente entre las personas: al toser o estornudar, al entrar en contacto con secreciones, al tocar con las manos objetos contaminados y llevarselas a la nariz o boca, etc.
Los consejos para evitar la transmisión entre personas han sido difundidos por todos los medios de comunicación hasta el cansancio, de modo que no creo necesario repetirlos.
Pero sí creo necesario hacer algunas reflexiones generales que me parecen válidas para las próximas 2 semanas, cuando se espera el pico de consultas por problemas respiratorios:
Las consultas por control de niños sanos deberían diferirse por un par de semanas. Ya sé que los pediatras insistimos hasta el cansancio en que los chicos deben pesarse, medirse y examinarse en forma periódica. Pero esto en la práctica es un emergencia sanitaria, aunque las autoridades nacionales esperen que pasen las elecciones para reconocerlo. De manera que llevar un niño sano a un consultorio o centro de salud hoy es exponerlo a un contagio potencial de los numerosos virus que circulan por la sala de espera.
Ojo, hay EXCEPCIONES que deben respetarse: los niños recien nacidos, y muy especialmente los prematuros, deben ir a control. Pero deberían contar con horarios o espacios DIFERENCIADOS para su atención.
Con respecto a los niños pequeños, la mejor defensa contra las enfermedades respiratorias es la Lactancia Materna Exclusiva: es prioritario y hace a la seguridad de los bebés que se alimenten exclusivamente con la leche de su mamá, al menos los 6 primeros meses.
Una costumbre muy argentina es ir a visitar enfermos a las clinicas u hospitales: NO LO HAGA, corre riesgo cierto de contagiarse, y mucho menos lleve a sus niños sanos a un centro asistencial sin necesidad.
En los niños mayores, evite su asistencia a lugares donde haya aglomeraciones. Creo que debemos ser críticos con nosotros mismos: nos preocupa la gripe, pero no dejamos de llevar a los chicos al shopping, y seguramente en las vacaciones de invierno los cines y lugares de entretenimiento estarán llenos.
En cuanto a la asistencia a la escuela, son las autoridades sanitarias quienes deben definir el cierre o la continuidad. No olvidemos que en Córdoba están por comenzar las vacaciones de invierno.
Los viajes de estudiantes a Bariloche debieron haberse reprogramado para épocas más propicias. Tienen ustedes alguna duda que la mayoría de los chicos, dadas las condiciones esperables de frío, hacinamiento, diversión con alcohol, etc etc, van a volver enfermos?. A nadie parece interesarle de verdad la salud de los adolescentes y jóvenes que viajan.
En resumen: concurra al médico en caso de enfermedad, no deambule innecesariamente por lugares donde se atienden enfermos, evite los sitios con aglomeraciones (entre ellos el turismo estudiantil), y protejan las madres a sus bebés dándoles la teta. Si tiene sintomas respiratorios y fiebre consulte al médico y luego siga sus recomendaciones. Especialmente cumpla las normas de aislamiento en su hogar.
Las infecciones respiratorias ocurren todos los inviernos, y el virus AH1N1 es uno más (y más benigno) entre sus causas. Con una mínima disciplina, colaboración y solidaridad con los demás ayudaremos a prevenir su diseminación y a disminuir las consecuencias de las enfermedades respiratorias.