El fiscal de instrucción Javier Di Santo trabaja con un expediente de 6 cuerpos compuesto por 1.500 fojas, aproximadamente. La principal hipótesis implica el choque con un móvil policial que habrían protagonizado dos policias. El fiscal debe determinar si se trató de un homicidio culposo y la posible prescripción -en este delito se habría producido a los 3 años del hecho, en 1995-. Sin embargo, la participación de de funcionarios públicos promueve otras líneas de análisis. La familia de Ale confía en que habrá una determinación antes del 7 de julio cuando comienza la feria judicial.
Por Pablo Callejón (pjcallejon@yahoo.com.ar) – A 18 años de la muerte de Alejandro Flores, la evaluación del fiscal de Instrucción Javier Di Santo sobre una resolución de la causa ingresó en su última etapa y la familia de la criatura confía en que habrá una determinación antes del 7 de julio cuando comienza la feria judicial.
El pequeño desapareció el 16 de marzo de 1991 en el sector de calle Carlos Rodríguez y sus padres debieron esperar 17 años, hasta que el 2 de julio del 2008 los restos de Ale fueron encontrados a la salida de una alcantarilla en un terreno próximo a la quinta de AATRAC.
Di Santo trabaja con un expediente que alcanzó los 6 cuerpos y está compuesto por 1.500 fojas, aproximadamente. Otros dos cuerpos aún permanecen en el Juzgado de Menores.
La principal hipótesis sobre la muerte de Ale -que comenzó a emerger en 1995 con el testimonio del ex agente Jorge Múo- implica un accidente automovilístico con el móvil policial Halcón 5, del Comando Radioeléctrico, que habrían protagonizado dos policias (Mario Gaumet y Gustavo Funes), quienes poco después del hecho fueron derivados a la ciudad de Córdoba.
El fiscal debe determinar si se trató de un homicidio culposo y la posible prescripción -en este delito se habría producido a los 3 años del hecho, en 1995-.
Sin embargo, la participación de funcionarios públicos promueve otras líneas de análisis que harían caer el recurso de prescripción que utilizarán en la defensa los abogados de los policías, en caso de concretarse una imputación.
En la investigación no se pudo probar sin temor a dudas que el cuerpo de Ale haya sido trasladado de un lugar a otro hasta que finalmente fue arrojado en el terreno donde se halló. La opción es para los padres del niño de 5 años una certeza pero el tiempo y la falta de avances en la instrucció impidió obtener los elementos probatorios que pondrían en jaque la prescripción.