Se conocerán los alegatos en otro brutal asalto a ancianos de Gigena del que participaron dos hermanos

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Los sujetos de apellido Virginilo y oriundos de Río Cuarto ingresaron el 18 de agosto del año pasado a una vivienda de calle 9 de Julio y tras golpear ferozmente a los abuelos se llevaron 20 mil pesos. La mujer tuvo severas secuelas por un infarto cerebral producto de la paliza. Se esperan duras condenas.

Se conocerán los alegatos en el juicio en la Cámara Segunda del Crimen por otro brutal asalto a ancianos de Alcira Gigena del que participaron dos hermanos. Solo uno de ellos enfrenta el banquillo debido a que su hermano tenía 17 años cuando ocurrió el hecho.
Los sujetos oriundos de Río Cuarto ingresaron el 18 de agosto del año pasado a una vivienda de calle 9 de Julio y tras golpear ferozmente a los abuelos septuagenarios se llevaron 20 mil pesos. La mujer tuvo severas secuelas por la paliza.
Se espera el pedido de una dura condena por parte del fiscal de Cámara Jorge Medina.
Los ancianos, Nelson Bullo (78) e Irma Bernardi (75), fueron sorprendidos después de las 20:30 por dos sujetos, «de entre 17 y 20 años», que actuaron encapuchados y estaban armados.
Por la golpiza, la mujer debió ser internada en una clínica privada de Río Cuarto y sufrió un infarto cerebral que le provocó la parálisis en parte de su cuerpo, según precisó Gladys Bullo, hija de los afectados.
«Le pegaban mucho en la cara a mi mujer cada vez que gritaba», relató en diálogo con Telediario Nelson.
Según manifestó, estaba mirando televisión cuando fue sorprendido por un hombre que lo tomó por la espalda y le exigió dinero en efectivo.
«Era un chico que no tenía más de 18 años. Le dije que le iba a dar la plata y me llevó hasta la pieza para buscar la llave de la caja fuerte. Buscamos en el ropero pero no la encontré. La que sabía era mi mujer», precisó.
Cuando intentó consultarle a su esposa observó que estaba tirada en el suelo y gritaba por auxilio. Otro de los delincuentes la golpeaba para que hiciera silencio.
«Los tipos entraron por una casa donde estan haciendo una obra y ahora está vacía. Mi mujer había ido a sacar la basura y la agarraron en el patio. Después la tiraron al piso y la amordazaron», recordó.
Nelson expresó que Irma, quien padece de sordera y tiene dificultades en sus movimientos, le pedía que llamara a la policía. «¿De qué forma? A mi también me ataron», señaló.
Finalmente, el anciano precisó que la llave estaba en un monedero y fue a buscarlo con uno de los ladrones. Al advertir la billetera el sujeto extrajo mil pesos y tomó la llave que le permitió abrir la caja fuerte, sin encender las luces de la pieza.
«Sacó un fajo de 5 mil pesos y otros dos sobres que tenían dinero. En total había más de 15 mil pesos», manifestó Nelson.
Los delincuentes huyeron tras maniatar fuertemente a las víctimas en la cocina de la casa. El abuelo logró alcanzar con su pie el cajón donde guardan los cubiertos que se desplomó en el suelo. Tomó un cuchillo y cortó -después de un gran esfuerzo- las cuerdas que lo ataban. Finalmente, avisó a los vecinos sobre el brutal atraco.

Acusado

Por el violento asalto a los ancianos está imputados Damián Virginilo, acusado de robo calificado por uso de arma de fuego. Su hermano, de 17 años participó cómo cómplice del hecho.
Según surge de la investigación, Virginilo ingresó a la vivienda munido de una cuchilla tipo carnicero de treinta centímetros de largo junto a su hermano, quien portaba un revólver con culata de madera.
Cuando Irma Elsa Bernardi sacaba la basura al patio la redujeron atándola de pies y manos, y la tiraron en el suelo de la cocina. Luego ingresaron al living de la casa donde se encontraba Bullo viendo televisión y le solicitaron le hiciera entrega de todo el dinero que tenía en su poder.
Lo llevaron hasta la cocina donde se encontraba su esposa, «viendo cuando ambos sujetos la agredían físicamente, dándole golpes de puño, puntapiés y un golpe en la cabeza de la misma, con la culata del arma de fuego».
Nelson  abrió la caja fuerte que se encontraba en el dormitorio matrimonial y les hizo entrega de la suma.
Luego trasladaron al anciano hasta la cocina de la vivienda y «le propinaron varios golpes de puño y puntapiés, a la vez que lo ataron de pies y manos, con pañuelos y el cable de un equipo de música, dejándolo tirado en el suelo al lado de la mujer».
Irma sufrió «politraumatismos, traumatismo craneoencefálico con hematoma, excoriaciones varias en el rostro, una hemiplejia izquierda, con un tiempo de curación según la evolución de las lesiones». 
Por su parte, Nelson presentaba una contusión temporal derecha y excoriación ocular derecha.
Virginilo negó «totalmente el hecho que se le atribuye» cuando declaró ante el fiscal.

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