Pedro Brieger dijo que hay cuatro momentos clave de transformación latinoamericana

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El analista de política internacional, periodista y sociólogo Pedro Brieger fue el último de los tres exponentes del debate central de las Jornadas sobre Pensamiento Crítico de este martes que hizo uso de la palabra. Comenzó destacando la importancia de los medios de comunicación en «la instalación de temas en América Latina».
Recordó lo difícil que resultaba en los ’90 plantear cuestiones vinculadas con el proyecto del ALCA. Dijo: «Nos costó mucho acceder a los documentos del ALCA. La mayoría de los políticos no sabían lo que era el ALCA». Y remarcó: «Fue el proyecto de Estados Unidos para América Latina y fracasó».
Seguidamente, indicó: «Tenemos que pensar esta crisis más allá de una visión eurocéntrica, de los países capitalistas desarrollados». Y enfatizó que hay mil millones de personas que se mueren de hambre que no están incluidas en esta crisis.
Brieger planteó como una dificultad  la velocidad de los cambios en la región, lo cual dijo se presenta como un desafío, porque se vive un momento muy rico para América Latina, que «es el único lugar del mundo donde hay fuerte oposición a las políticas neoliberales».
A continuación mencionó los momentos que a su criterio son claves en este proceso de cambio, luego de citar el movimiento zapatista que irrumpió en enero del ’94 en México, justo cuando comenzaba a funcionar el Tratado de Libre Comercio.
Para él hubo cuatro hitos: el acceso al poder de Hugo Chávez en Venezuela, en el ’98; la revuelta de los días 19 y 20 de diciembre de 2001 en la Argentina ; la Cumbre de las Américas, en Mar del Plata, en 2005, cuando Chávez dijo que se estaba enterrando al ALCA; y el triunfo electoral y posterior asunción del mando de Bolivia por parte de Evo Morales.
Sobre Chávez, dijo que era una gran incógnita y que «todos lo mirábamos con desconfianza, porque estaba rodeado por personajes siniestros de la derecha». En cuanto al  19 y 20 de diciembre, dijo que «fue fundamental por cómo se vivió en el resto de América Latina. A nivel regional y mundial fue visto como el fracaso de las políticas neoliberales».
Siguió: «El tercer momento fundamental es, sin lugar a dudas, la Cumbre de las Américas, en Mar del Plata en 2005, con el gesto histriónico de Chávez, cuando dijo ‘acá enterramos el ALCA’». «Y el cuarto momento, que todavía no alcanzamos a dimensionar, el triunfo electoral de Evo Morales, que marca un momento histórico para América Latina», agregó.
Dijo que hay dos proyectos en pugna para América Latina. Señaló que uno es el ALCA que está golpeado pero que no murió. Y el otro es el de quienes creen que hay que refundar y movilizar a los pueblos.
Remarcó como un hecho reciente de importancia del pedido que se le hizo en la Cumbre de las Américas a Barack Obama para que incorpore a Cuba. Consideró que el flamante presidente de Estados Unidos fue «interpelado» por sus colegas de los países en desarrollo. Dijo: «Cuba, que no estaba en la agenda, fue un tema central y eso a Estados Unidos no le gustó para nada. No esperaba una interpelación tan directa, con indulgencia, pero diciéndole ‘ojo acá hay una etapa diferente que se está viviendo en América Latina’».
Seguidamente, consideró que «el ALCA demostró que Estados Unidos no se olvidó de América Latina. Eso lo creyeron los que sólo pensaban en mayores inversiones. Es un error. No se olvida y tiene un proyecto global que es el ALCA y tiene bases militares, que no ha desmantelado, un plan para Colombia, continúa con el bloqueo a Cuba, y los acosa a los países por separado para imponerles restricciones».
Mencionó diversas presiones del país fuerte del Norte, como que no deja transitar libremente los camiones mexicanos en su territorio y las restricciones aplicadas al país azteca en relación con la producción de atún, con la excusa ambientalista del cuidado de los delfines. También mencionó las presiones de Estados Unidos hacia la República Dominicana , productora de azúcar, por su resistencia a dejar entrar los edulcorantes norteamericanos.
Puntualizó: «Por un lado está el ALCA. Y por el otro hay una búsqueda de un camino alternativo muy contradictorio, con gobiernos muy diferentes, que no se sabe cómo calificarlos, porque es difícil encontrar una denominación. Nos encontramos con un problema conceptual, porque no es lo mismo Lula Da Silva que Daniel Ortega, que Fernando Lugo o Evo Morales o Hugo Chávez que Cristina Fernández, esto representa un problema. Pero, son gobiernos que se sostienen mutuamente, con todas las diferencias que tienen».
Indicó que si bien no hay una sintonía ideológica entre estos gobiernos, «entienden que se necesitan mutuamente».
Por otro lado, señaló que cuando Lula Da Silva ganó la elección tuvo que gobernar con una relación de fuerzas defavortable y decidió pactar, negociar. Consideró que el presidente brasileño podría haber tomado otro camino, como el que inició Hugo Chávez cuando ganó la elección en el ‘98 y reformó la Constitución , a partir de un referéndum, que contó con el 90 por ciento de aprobación. Agregó que Rafael Correa lleva a cabo procesos similares, lo cual dijo: «A la derecha la descoloca».
«Ellos deciden reformar. Entienden el nuevo marco latinoamericano, y convocan a las movilizaciones populares», indicó.
Sin embargo, dijo que no hay que conformarse con una victoria sobre la derecha o con el enunciado de que un gobierno está en contra de las políticas neoliberales.
«Estamos en una momento interesantísimo para pensar, hacer preguntas, dejar de lado clichés. Esta es la única región que está planteando proyectos alternativos, con muchas limitaciones, pero que están. Hay que aprender lo que significa eso y resignificarlo. Han cambiado algunas cosas. Los cambios van tan rápido. Esto es todo un desafío», finalizó

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