El preso que buscaban como fugado y había sido detenido por la Policía habló desde la Cárcel con Telediario

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Audio: Nota con Héctor Lequín desde la Cárcel.

Héctor Hernán Lequín dijo que cuando lo apresaron había salido «a vender bolsitas» porque «en casa no había nada para comer». Negó que haya estado en situación sospechosa. «No tenía nada cuando me detuvieron. Me equivoqué en irme de mi casa pero no teníamos ni para el almuerzo», afirmó. Manifestó que mintió su nombre porque «querían meterme con un robo en el barrio». Denunció abusos de los efectivos de la Cárcel y dijo que la Justicia no lo escuchó cuando les advirtió lo que pasaba. «Algunos celadores te mandan a robar las zapatillas de otros y hay quienes lo hacen para tener comida o yerba», señaló. Le revocaron las salidas transitorias pero en un mes quedará libre.

Foto: Lequín en la Unidad Departamental.

Héctor Hernán Lequín, el preso que todos dieron por fugado y que en realidad había sido detenido por la propia Policía que lo buscaba intensamente, habló desde la Cárcel con Telediario y contó su versión sobre el insólito episodio, además de cuestionar severamente las condiciones carcelarias en el penal de Río Cuarto.
Lequín dijo que cuando lo apresaron había salido «a vender bolsitas» porque «en casa no había nada para comer». Negó que haya estado en situación sospechosa en calle Pizarro, a metros de la Cárcel. «No tenía nada cuando me detuvieron. Me equivoqué en irme de mi casa pero no teníamos ni para el almuerzo», afirmó.
Manifestó además que mintió su nombre porque «querían meterme con un robo en el barrio».
Lequín denunció abusos de los efectivos de la Cárcel y dijo que la Justicia no lo escuchó cuando les advirtió lo que pasaba. «Algunos celadores te mandan a robar las zapatillas de otros y hay quienes lo hacen para tener comida o yerba», señaló. Le revocaron las salidas transitorias pero en un mes quedará libre.

– ¿Qué fue lo que pasó el día en que todos te dieron por fugado y en realidad estabas preso?
– Mi mamá me venía a buscar todos los días a las 9 y me traía al establecimiento a las 5 de la tarde. El régimen me exigía que no podía salir de mi casa. Yo cometí un error porque no tenía para comer. Mis viejos están jubilados y yo salía a vender bolsitas para juntas unos mangos.

– La Policía sospechaba de que estabas próximo a cometer un delito..
– Yo no cometí ningún delito. Vendía bolsitas de poletileno en la calle.

– ¿No estabas armado no tenías algún elemento para provocar un robo?
– No, no tenía nada. Acá se tapan muchas cosas y en la Cárcel no hay manera de reisentarse a la sociedad. Siempre te ponen trabas y es una utopía lo que dicen. Nadie te da un certificado de buena conducta. La Constitución Nacional te habla de una igualdad ante la ley pero acá no existe porque si vos robas una gallina vas preso y si tenés plata no… Acá vienen madres y hermanas y le sacan la ropa, le miran las partes. Tenés que callarte porque si no te castigan.

– La Policía señaló que te hiciste pasar por Jorge Pereyra cuando te detuvieron ¿vos mentiste con tu identidad?
– Es cierto. Me dijeron que me iban a imputar un supuesto robo. Ese fue un error que cometí.

– ¿En qué condiciones estás preso?
– Estoy un pabellón con 60 internos. La gente no sabe que acá a menuda hay conductas de la dictadura con torturas psíquicas y físicas. No quiero decir que el reo sea el bueno de la película. Pero, también hay corrupción. No todo el que está preso es peligroso. Hay gente que fue a robar carne porque no tenía para comer.

– ¿Por qué estas detenido?
– Por robo

– ¿Habías estado detenido antes?
– Si, también por robo. ¿Sabés por qué empecé a robar? Porque en el gobierno de Alfonsín casi perdemos una casa y tuve que salir a las calles. Ahí aprendí cosas buenas y cosas mal.

– ¿Te revocaron las salidas transitorias?
– Si, totalmente. Lo que pasa es que mi apellido Lequín. Esto es terrible. Hay algunos celadores que vienen y te dicen: «Che me gustan esas zapatillas. Si, me las das te doy 50 pesos». Hay algunos que tienen un poroto en la mente y van y lo hacen para tener comida ó yerba. Después dicen por qué hay peleas en los pabellones… Hay otros celadores que te matan a golpes y los llevan al calabozo con una cobija en plena invierno. Te dan una pastillita blanca para todo, un resfrío, un dolor de panza, todo…

– ¿Cuántos días de cárcel te quedan?
– Un mes y se cumple la totalidad de la condena.

– ¿Por qué no denuncias formalmente esto que ves en la Cárcel?
– Yo soy Lequín y no hacen nada. Lo denuncie en la Justicia y no hicieron nada.

– ¿Cómo crees que va a ser tu reinserción cuando salgas?
– Tengo mucha fe y espero que cambie mi vida.

La fuga que no fue

La semana pasada Lequín promovió un amplio despliegue de búsqueda policial luego de que lo dieran por fugado al no regresar de la visita a la casa de su madre.
Con el pasar de las horas, el desarrollo de los procedimientos policiales recaía en finales frustrados y a Lequín parecía que se lo había tragado la tierra. La historia se reservaba, en realidad, un final insólito que dejó consternados a policías e investigadores.
Lequín salió de la carcel en las primeras horas de la mañana del jueves pasado para acompañar a su madre en una humilde vivienda de Avenida Argentina al 385. Cuando la mujer se levantó de dormir la siesta observó que su hijo no estaba con ella.
Sobre el mediodía, aproximadamente a las 13:30, un hombre había sido advertido en calle Pizarro por una vecina que observó como sospechosos sus movimientos. La mujer llamó a la Policía que finalmente arribó al lugar y detuvo al sujeto. Cuando le consultaron el nombre dijo llamarse Jorge Pereyra y fue trasladado a la sede policial ante la presunción de que estaba esperando el momento para cometer un delito.
Paralelamente, la madre de Lequín informaba sobre la ausencia de su hijo y desde la Unidad Penitenciaria se solicitó la búsqueda del detenido «fugado». Se iniciaron operativos y toda la Policía se abocó en intentar «recapturarlo».
Por la tarde se informó desde la Unidad Departamental a la prensa para que colaborara en informar las características de Lequín.
Los procedimientos continuaron durante la noche y en la mañana hasta que 24 horas después de la supuesta fuga una comparación de fotos reveló que Pereyra no era otro que el mismísimo Lequín.
El detenido que se fugó sin fugarse y se buscaba libre aunque estaba preso, finalmente volvió a ser encerrado en los pabellones carcelarios y ya no podrá gozar de las salidas transitorias.

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