Caso Nicolás Sabena – El fiscal define la situación del remisero e intentan precisar si participó de la desaparición del joven

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En enero, la madre del joven recibió una llamada de una persona que dijo ser una vidente. El aporte apuntó al sospechoso como autor de las extorsiones y lo vinculó con un presunto fatal desenlace en el hecho. Una pericia caligráfica habría ratificado que el remisero escribió las cartas. El abogado de Rosa Sabena dijo a Telediario que «la madre está convencida de que este hombre pudo haberlo matado». Buscan los nexos del posible implicado con la quinta donde aparecieron restos de sangre que se trata de determinar si pertenecen a Nicolás. Después de meses sin novedades la investigación podría dar un vuelco.

Las cartas que recibió Rosa eran violentas amenazas en las que no se planteaban opciones de negociación. A la familia de Nicolás Sabena les pidieron 3 mil pesos porque de otro modo «no volverían a ver a su hijo». No hubo pruebas de vida ni se reveló si el joven estaba en poder del extorsionador.
Un remisero se instaló como principal sospechoso de los escritos a partir de algunas torpezas en su accionar. La Justicia ordenó un hallanamiento en su vivienda en el que encontraron papeles que revelaban una letra similar a la de las misivas extorsivas.
La pericia caligráfica demoró meses pero ratificó la presunción. La causa quedó en manos del fiscal Javier Di Santo, quien podría decidir la imputación del remisero en las próximas horas.
Inicialmente se creyó que se trataba de una maniobra gestada por un simple aprovechador de las circunstancias. El hombre conocía a Nicolás por haberlo trasladado en algunos viajes y pudo acceder a algunos datos personales del joven que le facilitaron la argumentación de sus amenazas.
Sin embargo, para los padres podría ser el principal sospechoso por la desaparición  del joven de 21 años.
El doctor Félix Nieto, abogado de Rosa Sabena, dijo a Telediario que «la madre está convencida de que este hombre pudo haberlo matado».
La mujer reveló sus dudas a partir de una llamado telefónico que recibió en enero. Una persona que se hizo pasar por «vidente» le advirtió que el remisero no solo era el autor de las extorsiones, sino que también habría intervenido en un presunto desenlace fatal del caso.
Comenzó entonces una investigación para hallar vínculos entre el remisero y los propietarios de la quinta a 500 metros de la ruta A005, donde se hallaron restos de sangre en un cuchillo y un tarro. También se se analizan nexos con el entorno del joven, sospechado desde el inicio de la pesquisa.
En el predio de la familia Parra – donde se realizó un operativo con expertos judiciales de Córdoba – estuvo el joven hasta su desaparición. La sangre hallada es de una tipología similar a la de Nicolás pero aún resta saber si resulta compatible con el ADN de los padres. Un problema técnico del Ceprocor demoró el cotejo algunas semanas y el fiscal Walter Guzmán espera con expectativa un dato que sería crucial para generar un vuelco en el caso.

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