ANTICIPO TD – Fue apresado cuando salía de su domicilio, poco después de las 11. Se trata de Martín Soria (26), quien había cumplido una condena por robo calificado por uso de arma. No opuso resistencia al ser sorprendido por los efectivos frente a su vivienda en Colombres 1.300. La pericia caligráfica confirmó que escribió las dos cartas para solicitar dinero a los padres.
Clave:
* Para los padres de Nicolás podría tratarse del «asesino» de su hijo.
* Conmoción en la familia por la detención del remisero y el posible vuelco que tomaría la causa.
CONOZCA QUE DECÍAN LAS CARTAS AMENAZANTES.
Por Pablo Callejón (pjcallejon@yahoo.com.ar) – «Si querés que vuelva a las 22 poné 3 mil pesos. De lo contrario sabés como sigue. Ojo con avisar a la Policía. Se puntual en la Plaza Mójica» La primera advertencia fue escrita en letra manuscrita el 22 de septiembre del año pasado. Había pasado solo una semana desde la desaparición definitiva de Nicolás, en la que la familia perdió todo contacto con él.
El remisero Martín Soria, de 26 años, nunca apareció a la cita. Prefirió enviar una segunda misiva con una amenaza similar que convocaba a los padres del joven al sector de «en Buenos Aires y la rotonda de la Plaza». Tampoco arribó a la convocatoria extorsiva.
Soria no dio lugar a las negociaciones ni pruebas de vida de Nicolás. Tampoco manifestó tener en su poder al joven. Los investigadores creyeron que se trataba de un aprovechador, pero el tiempo lo podría convertir en un sospechoso directo de la desaparición.
Poco después de las 11 de la mañana, Soria fue advertido al salir de su vivienda en calle Colombres al 1300 por un grupo de policías que lo redujeron y le notificaron de su detención. El remisero, que cumplió una condena por robo calificado por uso de armas no opuso resistencia. Probablemente esperaba su detención debido a que le secuestraron notas escritas por él que coinciden, según la pericia caligráficas, con las cartas de extorsión. Hace 48 horas el fiscal había emitido la orden de detención que finalmente se concretó durante la mañana.
Soria había trasladado en varias oportunidades a Nicolás en su vehículo. Conocía, además, algunos datos personales que influyeron en las amenazas.
Para Rosa Sabena, la madre del joven desaparecido, el remisero «pudo haber sido quien asesinó a Nicolás», según señaló el doctor Félix Nieto, abogado de la mujer.
La presunción se originó en un llamado telefónico, de una supuesta vidente, que le advirtió sobre la vinculación del trabajador del volante con un eventual desenlace fatal.
Ahora los investigadores buscan nexos entre el accionar de Soria y los Vargas, dueños de la quinta próxima a la ruta A005 donde fue visto por última vez Nicolás y donde se secuestró un cuchillo y un tarro con sangre humana que podrían pertenecer al desaparecido.
La prueba genética que cotejará los datos de ADN de la sangre y el de los padres del joven será fundamental para avanzar en una hipótesis de homicidio que podría consolidarse.