Caso Mariela – Sentenciaron a 8 años de prisión a la acusada aunque permanecerá libre hasta que quede firme la condena

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Video: Informe del hecho.

El Tribunal la condenó por homicidio simple al eveluar que hubo dolo eventual por perseguir, atropellar y matar al ladrón que le había robado un bolso con ropa, el pasado 12 de mayo de 2005. La acusada pidió ante los jueces que contemplen la situación de sus hijos y aseguró, una vez más, que no quiso matar a Fernando «Yeyé» Quiroga. Sin embargo, para los magistrados los elementos probatorios confirman la intencionalidad. 

Doctor Hugo Testa (Presidente del Tribunal): «Este es un caso de impacto social pero nosotros juzgamos con datos objetivos que surgen del juicio»

La Cámara Segunda del Crimen condenó a Mariela Galíndez a 8 años de prisión por homicidio simple aunque la mujer permanecerá en libertad hasta que la sentencia quede firme.
La imputada estaba acusada de perseguir y atropellar a Fernando «Yeyé» Quiroga, el ladrón que acababa de robarle un bolso con ropa el pasado 12 de mayo de 2005, en la intersección de Gauayquil y Alem.
Como consecuencia de la violenta colisión el joven sufrió severas lesiones que le provocaron la muerte días después. 
El Tribunal integrado por Carlos González Castellano, Oscar Testa, José Varela Geuna, dará a conocer los fundamentos del fallo que dictaron por unanimidad en dos semanas pero la defensa de Galíndez anticipó que apelarán la decisión judicial ante el Tribunal Superior.
«Si es necesario llegaremos a la Corte Suprema de Justicia», manifestó la doctora Soledad Nieto, abogada de la acusada, por lo que Galíndez permanecería por más de dos años en libertad. 
En un polémico planteo, el fiscal de Cámara Jorge Medina había solicitado bajar la imputación de homicidio simple a culposo y fijar una pena de 3 años, por lo que la mujer debería pasar al menos 8 meses en la Cárcel.
La querella que representa a la familia de Quiroga requirió 12 años de condena y la defensa, a cargo del doctor Félix Nieto, pidió la absolución.
Llega al momento de definición el caso que despertó la polémica sobre la justicia por mano propia y que tuvo connotación nacional.

«Fallo firme»

El doctor Oscar Testa, presidente del Tribunal que juzgó a Galíndez, precisó que «la condena se cumplirá cuando el fallo quede firme» y destacó que «es una situación muy común cuando los acusados llegan en libertad al juicio».
Explicó que no se han encontrado elementos que puedan hacer suponer que la imputada «pueda llegar a profugarse» y, además, «se tuvieron en cuenta los aspectos familiares de la mujer».
«La defensa tiene 15 días para interponer la casación. Cuando se produce, el expediente se remite al Tribunal Superior que deber  resolver. No puedo hablar de tiempos», subrayó.

El hecho

Medina describió que el pasado 12 de mayo del 2005, poco después de las 17, dos sujetos (Luis Avecillas y Fernando Quiroga) irrumpieron en el domicilio de los Galíndez, en Pasaje Moyano 983.
La mujer estaba cargando ropa sucia en su vehículo para llevarla al domicilio de su madre debido a que tenía roto su lavarropas, antes de ir a buscar a sus hijos a los colegios donde concurrían.
En el living de su hogar fue sorprendida por un hombre con un portafolio en la mano y cuando ella intentó evitar que lo robara y le pidió que lo dejara, el sujeto la insultó.
«Soltá hija de puta, te voy a hacer boleta», la amenazó Avecillas, según relató la mujer en el banquillo, quien había recordado que «no podía razonar ni entender lo que pasaba». 
Galíndez comenzó a gritar y llamó la atención de su marido que dormía en la habitación de sus hijos. Fernando Vidal salió en defensa de su mujer y observó a los dos ladrones frente a su casa.
Uno de ellos portaba una navaja y amenazó inicialmente a Mariela, antes de cruzarse en lucha con Vidal, quien recibió dos cortes en el sector abdominal.
Quiroga tomó un bolso con ropa que había sacado del auto y comenzó a huir en su bicicleta, mientras su cómplice, Avecillas, partió a pie hacia el sector de la escuela Sócrates Anaya mientras lo perseguía el esposo de Mariela. En el establecimiento educativo la directora les pidió que cedieran en la disputa que mantenían y Vidal decidió regresar a su casa.
Allí le adviertieron que hubo un accidente y que su esposa atropelló «a uno de los muchachos que le robó».
Mariela había salido con su auto desde Pasaje Moyano hacía calle Catamarca, luego a Liniers y finalmente en la arteria lateral a Alem donde finalmente impactó con la bicicleta en la que iba «Yeyé», a pocos metros de la intersección con Guayaquil.
El auto de la mujer se detuvo 40 metros después y pudo evitar chocar contra un arbusto. Quiroga, según relataron los testigos, se desplomó por el aire y su cabeza golpeó con el parabrisas del auto lo que le provocó un traumatismo severo de cráneo que días después le originaría la muerte.
Cuando Vidal llegó al lugar de la colisión observó a su mujer llorando y estaba orinada.
Mariela dice que no recuerda que pensaba al momento de perseguir a Quiroga y asegura que inicialmente arrancó en su automóvil en busca de su marido pero finalmente se topó con el ladrón. La versión fue refutada por la familia del joven fallecido, que considerá «totalmente probada la intención de matar que tenía la mujer»
«Cuando recupera los recuerdos, según señala Galíndez, se encuentra con un hombre tirado, con la boca ensangrentada e intentó hacerle masajes cardíacos», precisó el fiscal en su alegato, apelando al testimonio de la imputada durante el juicio.
Olga Santillán, una de las testigos presenciales – cuyo relato fue ratificado por otros vecinos del sector-, describió que vio llegar el auto «levantando polvareda» mientras avanzaba por lo que supone que iba «a alta velocidad». Añade que de golpe impactó con lo que parecía ser «una bolsa de papas que voló por el aire»:
También hubo coincidencia en señalar que Mariela parecía desesperada tras el choque y que repetía que no lo había querido matar.
Los presuntos intentos de reanimación de la mujer nunca pudieron ser comprobados porque la supuesto testigo del episodio jamás apareció y el resto de los presentes negó que la acusada haya asistido a Quiroga.
El cuerpo del herido quedó cruzado sobre la arteria y la bicicleta aparecía a algunos metros rodeada con la ropa que había robado.

Un argumento polémico

El fiscal Medina consideró que «está absolutamente probado la existencia de hecho y la participación de Mariela», sin embargo se preguntó «qué quería hacer la señora cuando perseguía a Yeyé».
«El dolo eventual -figura vinculada al homicidio simple y que prevé la intención de matar- es de difícil comprobación porque requiere la confesión de la acusada» y añadió que, en su entender, «la conducta de Mariela Galíndez encuadra en la forma culposa porque hubo imprudencia, actuó en exceso pero no se puede probar que lo haya seguido con intención de matarlo».
Agregó en sus consideraciones sobre la baja en la imputación que la acusada «es una persona educada, sin antecedentes y con hijos menores a su cargo».
Medina también se refirió al presunto desconocimiento de Galíndez sobre el manejo de un vehículo al manifestar que «los vecinos explicaron que la mujer habitualmente circulaba en su automóvil e iba a buscar a sus hijos, y parecía que lo hacía bien».
Sobre el presunto estado de emoción violenta, el fiscal dijo que «no hay elementos en el juicio que prueben ese supuesto».

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