Las importaciones, son un problema verdaderamente preocupante. Debido, a que el 60% de lo que ingresa por los puertos argentinos está conformado por bienes de capital –el combustible clave de la inversión-, y bienes intermedios -el alimento insustituible de la producción-, las inversiones de los empresarios argentinos se ven seriamente afectadas, tendencia que, dejando de lado la estacionalidad, puede conducir a una reducción importante del crecimiento económico anual.
El problema es que estas dos variables cayeron por encima del promedio de las importaciones generales y esto se traducirá en un impacto indefectible en el nivel de actividad.
Si bien el INDEC, en sus informes mensuales publica datos con un mes de atraso es posible ver que en Febrero ya todos los rubros de importaciones disminuyeron menos el de combustibles y lubricantes que presentó un leve aumento.
Se estima que, por cada tres puntos que caen las importaciones la economía desciende uno. De modo tal, que si las primeras se contraen 30% como fue en el mes de Marzo, es de esperar que la actividad se desplome un 10 por ciento. Desde ya, que si no es posible revertir esta tendencia la caída de la economía es verdaderamente grande.
El mes de Abril, va a traer novedades en cuanto a los conflictos que traban las exportaciones ( campo y el bilateral con Brasil), así como también va a mostrar si es posible revertir el panorama de las importaciones y mejorar la tendencia. Si bien es cierto que, la mayoría de los analistas es totalmente pesimista en las proyecciones para Abril y Mayo, en economías que atraviesan la etapa de recesión del ciclo económico, todavía no esta nada dicho.
Esta es una publicación de Fundación EGE con la colaboración de Mónica Lucero – Miembro de Fundación EGE, info@fundacionege.org