Javier Smaldone: «Cada domingo por la noche, en la Sociedad Española se organizan bailes con músicos en vivo. Como parece ser que no disponen de la refrigeración necesaria en verano, deciden abrir las ventanas, con el consiguiente (e insoportable) ruido que sufrimos todos los vecinos. La respuesta del EDECOM varía de semana a semana: a veces se disculpan diciendo que cuando pasan los inspectores bajan el volumen y luego lo vuelven a subir y otras, como hoy, dicen que midieron los niveles de ruido y están dentro de los límites razonables. Basta escuchar el audio del video y notar que el volumen de la música sobrepasa al del tránsito. Estoy harto de no poder dormir, de gastar dinero en llamadas desde mi celular y de que el EDECOM se me siga riendo en la cara.»