Juliana Fernández, quien trabaja en una casa de fotografías, fue clave para advertir el caso al señalar que descubrió el video en el que se observaban los ataques sexuales. En el juicio, también declaró hoy la madre de una de las víctimas quien admitió que los abusos «ocurrieron en reiteradas oportunidades». Además, dieron su testimonio el policia Gustavo Oyarzabal y el dueño de la obra donde ocurrieron los hechos que aseguró desconocer «absolutamente todo». Ahora, citarán a su esposa que tenía sospechas sobre Pelaitay y al médico que lo habría tratado de una presunta impotencia.
Foto: Pelaitay (Gentileza La Voz del Interior)
En el juicio que se desarrolla en la Cámara Segunda del Crimen a un hombre acusado por pedofilia declaró hoy Juliana Fernández, la empleada del comercio que reveló las fotografías.
La joven dijo que el sereno «siempre llevaba fotos de chicos» y que un video confirma los abusos a menores.
Fernández manifestó que «era un cliente habitual» y que le llamaba la atención porque llevaba imágenes de niños en la calle.
Añadió que tras revelar una carpeta de fotos observó en la máquina un video en el que el acusado mantenía sexo oral con las criaturas.
Hoy también declaró la madre de una de las víctimas quien admitió que los abusos «ocurrieron en reiteradas oportunidades».
La mujer -de quien se preserva su identidad- manifestó que su hijo se quiebra emocionalmente y «cuenta muy poco» sobre el infierno que padeció.
Además, dieron su testimonio en la audiencia de hoy el policia Gustavo Oyarzabal y el dueño de la obra Andrés Anomale quien aseguró que «desconocía absolutamente todo».
Ahora, citarán a la esposa de Anomale quien tenía sospechas sobre el acusado y al médico que lo habría tratado de una presunta impotencia.
Al imputado se lo acusa de abuso sexual con acceso carnal y corrupción de los menores de 12 y 14 años.
Abusos reiterados
La denuncia fue hecha en agosto del año pasado pero los menores habría venían siendo víctimas de los abusos desde mediados de 2007.
El acusado, negó haber violado a los menores aunque admitió haber tomado fotografías de sexo oral, pero aseguró que lo hizo a pedido de los menores y un día que se encontraba «completamente borracho».
Fuentes tribunalicias consideraron que «la presunta voluntad manifestada por las víctimas no modifica la responsabilidad de quien habría sido el abusador».
Los chicos -todos varones- ratificaron en su testimonial en la Cámara Gesell los abusos a los que fueron sometidos.
El fiscal de Cámara Jorge Medina consideró que el caso no es inédito, aunque admitió que «es la primera vez que se observa la utilización de cámaras».