El batacazo en la Rural – La Biblia y el Calefón

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Por Guillermo Geremía – El triunfo de Echenique es el aval de los hombres de campo a un estilo moderado, prudente y reflexivo de conducción. Del lado de Pascual Lisa estaba la vieja guardia de la dirigencia ruralista, encabezada por Delfor Maldonado, actual presidente de CARTEZ. La lógica política indica que su posición como presidente de la entidad de segundo grado que agrupa a las sociedades rurales de tres provincias ha quedado muy debilitada…

«La rural no puede ser un club social» afirmaba, de manera despectiva días previos a la elección, uno de los dirigentes  con más predicamento de la lista que finalmente resultó derrotada en las elecciones realizadas en la Sociedad Rural de Río Cuarto. La frase no estaba dirigida a cuestionar la actividad social de la entidad, sino a descalificar maliciosamente, la intención de instalar a la institución como un actor protagónico de la vida de la ciudad y la región, preocupándose no solamente de los estrictos problemas gremiales sino también por el entorno en donde está inserta.
Esta diferencia conceptual sobre el nuevo rol de la entidad que agrupa a los hombres de campo del sur de Córdoba fue fundamental para dividir las aguas de la Rural, pero no fue el único desacuerdo.
La sorpresiva victoria del Julio Echenique también significó que la pulseada generacional que enfrentaba a las listas, la terminase ganando el sector de jóvenes productores que acompañarán al presidente reelecto  durante los próximos dos años de mandato. Del lado de Pascual Lisa estaba la vieja guardia de la dirigencia ruralista, encabezada por Delfor Maldonado, actual presidente de CARTEZ. El abogado y productor ganadero-avícola no casualmente fue el primero en retirarse del predio de la rural después de conocido el resultado de las urnas. La lógica política indica que su posición como presidente de la entidad de segundo grado que agrupa a las sociedades rurales de tres provincias ha quedado muy debilitada. La misma conducta que Maldonado le reclamó a la clase política de no ocupar lugares cuando no se representa auténticamente a las bases, hoy lo comprende en las generales de la ley. ¿O acaso puede seguir alzando la voz con autoridad alguien que tiene que representar a 34 sociedades rurales y que perdió una elección en su entidad de origen? Con el resultado se desvanece también el proyecto de Maldonado de ocupar una banca en la Cámara de Diputados de la Nación en nombre del campo.
El triunfo de Echenique es el aval de los hombres de campo a un estilo moderado, prudente y reflexivo de conducción, que en el año del conflicto por la circular 125 privilegió el acuerdo, el respeto por los derechos de los otros y que tuvo que bregar por calmar a los productores autoconvocados más exaltados y de sus propios pares de comisión cuando los ánimos se caldeaban en los piquetes. Muchos productores rurales, no acostumbrados a conductas desbordadas, miraban con preocupación que la Sociedad Rural -en lugar de reclamar por los intereses de sus asociados- fuese a la guerra y tuviese como enemigos a otros sectores de la sociedad que pensaban distinto.
 Quienes conocen a Echenique aseguran que, si bien públicamente ha llamado a la unión y el trabajo conjunto, el contador que cría ganado en las sierras está muy dolido con las sospechas que sus opositores deslizaron por el manejo de las cuentas de la entidad. Sobre todo porque encuentran inadmisible esos reproches siendo que la contadora responsable del manejo de los números de la Sociedad Rural por lo menos hasta hoy es la propia hermana del derrotado Pascual Lisa.

FELICIDAD EN EL PALACIO DE MOJICA

El Intendente Municipal Juan Jure festejó como propio el resultado de la elección en la entidad de Barrio Las Ferias. Fue el apoyo que Echenique le dio a la zonificación de los impuestos lo que precipitó la decisión de sus opositores de romper la tradición del consenso y generar otra lista. 
Jure tiene buena sintonía con Echenique, cimentada en una relación anterior a que ambos ocupen puestos de poder. Pero también está convencido que fueron derrotados los dirigentes ruralistas  ultraconservadores y que triunfó un proyecto más próximo a las ideas que se impulsan desde el Pasaje de la Concepción. El Intendente entiende que, por dos años al menos, podrá alinear en una misma bisectriz de pensamiento a la Municipalidad , a la Universidad Nacional y a la Sociedad Rural. Tres de los poderes con mayor peso específico de la ciudad.
El «batacazo» de Echenique también sabe a pequeña revancha en el Municipio. Los ruralistas derrotados descalificaban al reelecto presidente por su proximidad con el Intendente. Paradójicamente también hay muecas de satisfacción en las tiendas canteristas. Si bien es cierto que Echenique declaró persona no grata al Diputado Nacional y discutió públicamente con él, los ruralistas derrotados eran los más duros con el ex rector de la universidad. Tal vez ahora Cantero pueda volver a pisar el suelo ruralista.

«EL VELORIO DE LOS RICOS»

«Esto es como el velorio de los ricos», aseguraba Pascual Lisa cuando promediaba la elección. Respecto al interés que despertaba la votación en la Sociedad Rural. Ahora que la entidad tiene prestigio, genera recursos y su voz conlleva peso en el ruralismo nacional había muchos interesado en quedarse con la herencia. La histórica dirigencia del campo del sur de Córdoba se ha quedado sin nada. Son los jóvenes productores quienes ahora se encargarán de abrir la tranquera. El tiempo dirá si la entidad se instala como actor social preocupado no solamente por sus demandas gremiales, sino por ser protagonista de la búsqueda de soluciones que contemplen los intereses de la sociedad en su conjunto.

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