Las cifras que ofrece el INDEC, el organismo encargado de brindar información gratuita a la población Argentina, ha dejado un mal sabor en las personas a la hora de evaluar el año pasado 2008 y una gran incertidumbre sobre lo que deparará el año 2009 en curso. En estudios elaborados por la Universidad Torcuato Di Tella, se refleja que la inflación esperada por la población es del 20%, mientras que la percibida por la gente durante el 2008 fue del 30%. Estos valores indican que pese a que el organismo oficial ha mantenido la información para toda la población, ésta no se ha correspondido con los discernimientos de los argentinos.
El INDEC es, como su nombre lo indica, un Instituto Nacional que se encarga de suministrar la información sobre los diversos censos y estadísticas que periódicamente realiza. Ello lo convierte en un defensor de uno de los pilares de la democracia, el que destaca que el pueblo ejerce su soberanía teniendo pleno conocimiento de lo que sus representantes realizan y de toda la información que los involucre. Además si analizamos el principio de gratuidad de la información, éste se puede estar discutiendo en el hecho de que, ante datos tan distorsionados de la visión popular y en algunas ocasiones camuflados, la población debe recurrir a otros organismos privados para que lo asesoren. Cabe aclarar que estos organismos privados persiguen el lucro y por ese servicio han de cobrar honorarios. Esto hace que los argentinos tengamos la información pagando un precio en ocasiones elevado, o quedándose, si no disponemos de esos fondos, con la gratuita ignorancia de no saber por qué la realidad no es correspondida con las cifras oficiales.
Uno de los apartados de la Universidad Torcuato Di Tella relaciona la percepción de la inflación que tienen los habitantes argentinos, respecto del índice que suministra el INDEC y los evalúa para diferentes períodos. Un dato interesante es que cercano a la fecha de intervención del organismo (fines de enero de 2007) la diferencia entre los discernimientos de los individuos y los índices publicados era muy pequeña, y luego esta brecha se amplió enormemente. Se observa que para marzo de 2007 la diferencia rondaba el 6,6%. Mientras que para enero del 2008 y 2009 las cifras aumentaron a 24,5% y 28,9% respectivamente. Esta comparación refleja el descreimiento de las personas luego de la intervención del organismo y/o la confusión de las mismas al no tener un margen normal de coherencia entre su propia estimación y la que “gratuitamente” le brinda el Estado argentino.
Esta es una publicación de Fundación EGE con la colaboración de Lucas Ruffini. Miembro de Fundación EGE. info@fundacionege.org