Suerte que la crisis financiera mundial no iba a afectar a la Argentina!!. Que el efecto Jazz como decía la Presidenta era cuestión de los países ricos porque Argentina tenía un plan que funcionaba. Ahora, no alcanzan los anuncios casi diarios para tratar de amortiguar los efectos de lo que se viene. En un ejemplo de “calidad institucional” se dictarán en tiempo record las leyes más importantes de todo el año. La verdad sin embargo es que las medidas que se toman no solo responden al impacto de la crisis externa sino a los errores generados desde el propio gobierno que generaron dos efectos, por un lado la huída de capitales y por el otro, el enfrentamiento con una fracción de la clase media desde el conflicto con el campo.
El paquete incluye un blanqueo de capitales que permitirá a los evasores y otros delincuentes traer su dinero al país como si aquí no hubiera pasado nada. Se premia a quienes nunca le importó el país. Se castiga a quienes pagaron religiosamente impuestos. Uno piensa que hubiera dicho el partido Gobernante si una medida como esa la hubiera tomado algún partido liberal, o alguna otra fracción del justicialismo como la que representaba en su momento el Ex presidente Menem. Ahora vale todo. Como ya se han fugado unos 25.000 millones de dólares en lo últimos 7 trimestres por la desconfianza creada por el Gobierno presente y el anterior ahora en el país de la memoria hay que tener amnesia. Toda una paradoja.
En segundo lugar el gobierno liquida la tablita de Machinea y le quita impuestos a las ganancias a la clase media. Es una buena medida. La pregunta es porque de repente le importa tanto la clase media que es por otro lado la única que podrá acceder a los planes de compra de automotores dado que deberán tener al menos un ingreso de unos 5000 pesos quienes decidan entrar en esos planes.
La respuesta es simple. En este país se paga 30 % de interés sobre los cheques diferidos de garantía recíproca. Eso implica que si el dólar se queda quieto todo terminará en una des-industrialización por un lado y en el paraíso de la especulación por el otro. En consecuencia al dólar de hoy hay que ajustarlo por el 30 % anual lo que lleva el valor dentro de un año a 4,50 aproximadamente. Eso implica en otras palabras, que hoy la opción es devaluar o generar más desempleo. Al devaluar, los salarios se licuan entonces el gobierno buscará evitar la alianza entre la clase asalariada con el cinturón apretado y la clase media que obtiene ingresos en forma autónoma.
Es en todo caso un escenario surgido de la propia necesidad creada por el Gobierno que provocó la salida de capitales y que ahora luego de haber confiscado los fondos de las AFJP tiene que recurrir a traer el dinero sucio mostrando que la calidad institucional de que hace gala el gobierno es en realidad un vale todo.
Roberto Tafani