Lo dijo la Madre de Plaza de Mayo, Susana Dillon, al hablar en el acto en homenaje a los 6 fallecidos por las explosiones en la Planta Piloto. La escritora destacó que «hace falta que hablemos estas cosas, que nos sinceremos». «Están acá con nosotros. Nunca se han ido, nunca se fueron. Ellos están acompañando a sus madres. A los 30 mil desaparecidos los siento acá. Siento también a los desaparecidos por el fuego».
Cristina Bologna: «Liliana, Gladys, Damian, Juan, Carlos y Miguel enaltecieron nuestra institución, están de pie y están presentes en la memoria de quienes quedamos. Dar forma material al dolor es tratar de aplacarlo»
«No culpemos más a las víctimas, porque esa treta la hicieron los milicos cuando se llevaron a los nuestros, los torturaron y los mataron» Lo dijo la Madre de Plaza de Mayo, Susana Dillon, al hablar en el acto en homenaje a los 6 fallecidos por las explosiones en la Planta Piloto.
«Les traigo un mensaje de esperanza. Pude hacer cable a tierra con la literatura y encontré la manera de atenuar el dolor. Encontré en el trabajo de todos los días el antídoto», afirmó.
La escritora destacó que «hace falta que hablemos estas cosas, que nos sinceremos».
«Están acá con nosotros. Nunca se han ido, nunca se fueron. Ellos están acompañando a sus madres. A los 30 mil desaparecidos los siento acá. Siento también a los desaparecidos por el fuego», subrayó.
«En la memoria»
La ingeniera Cristina Bologna, amiga de las víctimas que integraban el grupo de investigación, habló ante familiares y representantes de la comunidad universitaria al inaugurar el monumento para las víctimas de la tragedia.
«A esta gran comunidad con basamentos sólidos, corporizados en estas piedras. Sólidos en conocimientos y también en afectividad. A esta gran comunidad disímil en pensamientos, saber y sentires. Conformada por todos y reflejada en 37 piezas que muestran el trayecto de vida de esta institución… Cada una de estas piezas muestran en sus extremos oblicuos los rostros humanos que abrazan sueños compartidos, que miran hacia el ocaso, hacia el fin de la jornada, hacia la llegada de un nuevo día…», manifestó.
Añadió que: «Liliana, Gladys, Damian, Juan, Carlos y Miguel enaltecieron nuestra institución, están de pie y están presentes en la memoria de quienes quedamos. Una cinta roja nace de la solidez de la cuna del saber e interacciona zigzagueante entre cada uno de nosotros. Dar forma material al dolor es tratar de aplacarlo».