Juan Carlos Fernández fue sentenciado a 5 años y medio y Rodolfo Vargas a 6 años y medio. El camionero al que le sustrajeron la carga estuvo 8 horas secuestrado. Parte de la banda sigue prófuga.
La jueza Nora Sucaría condenó en la Cámara Primera del Crimen a dos hombres que protagonizaron el robo de 4 mil litros de agroquímicos destinados a cerealeras de la ciudad y la región y secuestraron durante 8 horas del chofer del camión que trasladaba los productos.
Los imputados Juan Carlos Fernández y Rodolfo Vargas fueron sentenciados a 5 años y medio y 6 años y medio de prisión, respectivamente.
El fiscal de Cámara Alejandro Cabrera había pedido 6 años y 6 meses de prisión para los dos. El funcionario judicial los acusó de robo calificado por uso de armas y privación ilegítima de la libertad por el hecho ocurrido el 16 de julio del año pasado y por portación ilegal de armas de fuego al hacer referencia a la jornada en que fueron detenidos por la Policía Caminera.
Fernández, un empleado rural de 37 años nacido en Moreno, y Vargas, mecánico de 22 años oriundo de General Rodríguez, fueron imputados por el robo de un camión cargado con 3.915 litros de agroquímicos que iban a ser vendidos en cerealeras de la región.
El abogado de los acusados, Mariano Torres, había pedido la absolución en la causa por robo de armas y privación ilegítima de la libertad, pero admitió el segundo hecho.
En lugar de portación ilegal de armas de guerra, calificó la situación como tenencia de armas y solicitó 2 años de prisión para Fernández («por carencia de antecedentes») y 3 años de detención para Vargas.
Piratas del asfalto
El hecho se produjo la tarde del 16 de julio del 2007, cuando el transporte que conducía Miguel Angel Casas, de la empresa Zarcan Logística de Zarate, fue interceptado por los delincuentes sobre ruta 8, a 20 kilómetros de la ciudad de La Carlota.
Uno de los sujetos, que tenía colocado un pasamontañas, sacó un arma de fuego desde la ventanilla y apuntó directamente al rostro del conductor. Otro de los malvivientes le hizo señas para que detuviera inmediatamente la marcha.
Ante la amenaza, el camionero realizó una maniobra que permitió frenar el transporte y fue reducido por los dos hombres que lo bajaron de la unidad. Le colocaron una campera en la cabeza y lo introdujeron por la fuerza en el asiento de atrás.
Otras dos personas, «en forma organizada planeada y de común acuerdo», se apoderaron ilegítimamente del camión.
El rodado desapareció en pocos minutos del lugar y los dos «piratas del asfalto» que iniciaron la maniobra partieron en el vehículo en el que se encontraba la víctima secuestrada.
Durante ocho horas aproximadamente, según pudo determinar el chofer, circularon por diferentes caminos hasta que detuvieron su marcha en General Sarmiento, Buenos Aires.
Cuatro días después del violento asalto, en un operativo ordinario, la policía caminera de Arias detuvo sobre Ruta Nacional 8, a la altura del kilómetro 402, a un vehículo Peugeot 306 en el que se trasladaban los imputados.
Tras secuestrar el auto, los agentes encuentran en el interior un maletín color negro que contenía una pistola de guerra marca Glock calibre 40, con once cartuchos en el cargador. Además, en la guantera del automóvil hallaron los cinco remitos originales de la carga sustraída al camión robado y las facturas describían el tipo de agroquímicos y su destino.
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