El paraguas es el dólar

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Ante situaciones de incertidumbre y crisis económicas el dólar ha sido históricamente el instrumento de refugio por excelencia para los argentinos. Y esta crisis financiera que afecta a todos los países del mundo, no es la excepción. Si bien es cierto que Argentina no se vio directamente afectada por la crisis por su desvinculación financiera con el resto del mundo en los últimos años, sí es cierto que la pérdida de confianza y la incertidumbre afecta a todos los habitantes del planeta, incluidos los argentinos.

La posibilidad de una devaluación y la falta de conocimiento respecto al impacto que la crisis tendrá en la economía real, despertó el apetito por el billete verde entre ahorristas e inversores, por lo que con el fin de hacerse de liquidez a través de la compra de dólares, la mayoría de ellos abandonó sus colocaciones en plazos fijos para comprar la divisa.
Esta situación genera dos consecuencias importantes. Por un lado, en algunos bancos ya se registra una leve caída en las líneas de plazos fijos y aparecen depositantes que prefieren no renovar los depósitos a plazo o retiran los pesos de las cajas de ahorro para comprar dólares. De la misma forma, los inversores venden acciones y títulos en la bolsa, que no encuentra piso, para dolarizar sus carteras.
Por otro lado, esta “sed” de los agentes por el dólar, llevó a que la divisa norteamericana alcanzara durante la segunda semana del mes de octubre valores alrededor de los $ 3,30 para la venta en la city porteña, y de $ 3,40 en ciudades del interior como Córdoba capital. Ante ello, el BCRA impulsó una nueva estrategia a través de la cual induce al incremento de las tasas pagadas por los bancos minoristas para las colocaciones en plazo fijo, para volverlos más atractivos frente al valor al que está alcanzando el dólar. Actualmente, ya se paga hasta 15% anual a 30 días. Pero, si escalan las tasas que pagan los bancos, deben aumentar también las que cobran. Así, el costo para préstamos a empresas de primera línea llegó a 19,70%, según datos del BCRA, con lo que creció un punto entre el 7 al 8 del mes de octubre.
Actualmente, la crisis se ha propagado globalmente, el sistema financiero europeo y las principales bolsas del mundo han sido fuertemente afectados, a lo que se suma el fracaso de las medidas gubernamentales en detener la caída de los mercados y lograr que el crédito vuelva a fluir debido a la creencia que una recesión seria y prolongada sería difícil de evitar, haciendo que la desconfianza y la incertidumbre afecten a todos los países y mercados.
De continuar este contexto, la crisis se extenderá en el tiempo. Las medidas gubernamentales apuntan principalmente a remediar el deterioro patrimonial de las instituciones financieras y la confianza en el sistema. Pero la importante caída en la riqueza y la caída en el crédito tarde o temprano tendrán su efecto en la economía real, por lo que se verán afectados la producción mundial, el flujo de inversiones y el comercio internacional, y Argentina no estará exenta de esos cambios.

Esta es una publicación de Fundación EGE con la colaboración de la Lic. Cecilia Reboyras, Miembro de Fundación EGE, info@fundaciónege.org

 

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