Los gourmet de la cocina norteamericana, se asume que fueron los que inventaron el PopCorn. Se trata de maíz que calentado explota y con azúcar o sal es un alimento que casi es una golosina. Al estar en la boca, el bocado abundante se comprime y se transforma en algo mínimo. Es como una burbuja, nada adentro. Comemos y comemos y no nos satisface el apetito. Tal cual los chicles, rumiamos todo el día y no sacamos nada, sino tragar saliva.
Vemos como una similitud entre eso y la crisis económica que nos «agita» hoy. El problema de las hipotecas es diferente en cada país. Por ejemplo en Estados Unidos, las casas son suntuosas, pero del tipo PopCorn. A los 30 años no valen nada ya que son en su mayoría de madera. Todo vista y cáscara. Se hipotecan por hasta el 100% con lo que a los 20 o 25 años el dinero invertido se perdió casi por completo. El hipotecado deja de pagar y al ejecutar la prenda, no recuperan nada. Además ha pasado por varias manos y no alcanza para repartir lo que se obtiene de una subasta.
En Argentina y en países donde la construcción es más sólida, tipo bunker, las propiedades duran 100 años y más. Quedan antiguas, pero el lote tiende a valorizarse por el lugar que ocupa y el crecimiento de la ciudad. El único problema es que quien deja de pagar, pierde su vivienda y el abogado y la Justicia se quedan con la mayor parte. Por eso no se puede comparar la forma de vida PopCorn con un asado con hueso. Siempre nos quedará algo sólido.
La «timba» de las acciones es diferente ya que ahí se juega con cosas virtuales. Algún «vivo» ideó un modelo para quedarse con dineros ajenos, sin riesgo y sin trabajar.
Atentamente
Juan R Bell
92061605
Rio Cuarto