El intendente comunicó a través de una carta su posición por el hecho que conmueve a la ciudad y que se reflejará en una manifestación por las calles de la ciudad.
«…solo nos cabe pedir la verdad y la justicia, porque si no, debería echarse por tierra la trascendente misión que el poder judicial tiene en toda comunidad civilizada. Verdad y justicia, para que cierre definitivamente las heridas abiertas por tanto dolor e indiferencia».
El intendente Juan Jure hizo pública una carta a los riocuartenses sobre la marcha convocada esta tarde por los padres de Alejandro Flores, el niño que murió hace 17 años y cuyos restos fueron hallados el pasado 2 de julio, el mismo día en que el actual mandatario asumía en su cargo.
Jure pidió «luchar para despojarnos de la hipocresía» y «el silencio cómplice de los responsables».
«…solo nos cabe pedir la verdad y la justicia, porque si no, debería echarse por tierra la trascendente misión que el poder judicial tiene en toda comunidad civilizada. Verdad y justicia, para que cierre definitivamente las heridas abiertas por tanto dolor e indiferencia», destacó el funcionario local.
Texto completo:
Hace tiempo de esta historia amarga, que por amarga y por vieja siempre golpea nuestra conciencia ciudadana. Las cosas no se arreglan nunca con el olvido ni con el silencio. Si la memoria es una espina de la vida y de la historia, el caso de Alejandro Flores es para todos nosotros un dolor y un ejemplo que nos convoca para luchar por una sociedad mas justa y mas responsable, que nos obliga a despojarnos de la indiferencia y la hipocresía que durante tantos años mantuvo un silencio cómplice entre los distintos responsables de esta tragedia. Por eso, después de tantos años de ocultamiento, silencio, y negación, no es tarea fácil recuperar nuestra vergüenza como seres humanos. Por ello quiero compartir, el homenaje a los padres de Alejandro Flores, que debieron padecer el dolor de la pérdida de un hijo potenciado por el de la incertidumbre. Creo que el mejor aporte para que nuestra comunidad salde una vieja deuda con sus hijos víctimas del Estado, no será moverse con resentimiento ni con espíritu de venganza; solo nos cabe pedir la verdad y la justicia, porque si no, debería echarse por tierra la trascendente misión que el poder judicial tiene en toda comunidad civilizada. Verdad y justicia, para que cierre definitivamente las heridas abiertas por tanto dolor e indiferencia. Verdad y Justicia que les permitirá también, vivir con honor a los hombres de la Policía de la Provincia que son inocentes y que corren el riesgo de ser ensuciados por una incriminación global e injusta. Verdad y justicia que permitirán a la Policía considerarse custodios de la libertad de nuestros ciudadanos. Creo que las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y este drama nos servirá para comprende que únicamente la democracia a través de la Justicia es capaz de preservar los valores del respeto por la vida humana, para que nunca más se repitan hechos como el de Alejandro Flores. La Justicia tiene la palabra, y todos estamos ansiosos por escucharla.