La nueva fuerza de trabajo que esta ingresando al mercado laboral, conocida como “generación Y” o «generación digital», compuesta por personas nacidas entre 1980 y 1990 posee reglas y características diferentes a las de sus antecesores en relación al trabajo. Se interesan por empresas que les faciliten la adquisición de mayor formación y conocimiento, no se conforman con los incentivos económicos, necesitan más, buscan desafíos, innovaciones y fundamentalmente información, mucha información.
La organización Rayuela observa las nuevas generaciones que ingresan al mercado laboral y asesora a las empresas a la hora de incorporar estos talentos, desarrollarlos y fidelizarlos. La directora ejecutiva, Clara Pazos, comenta que el objetivo es estudiar los actores del mercado laboral, con el fin de ver su impacto en las políticas actuales de empleo.
Conforme con dicha organización, captar jóvenes profesionales no es el problema principal cuando las empresas comprenden que estos necesitan dar su toque personal a las tareas que realizan, lo cual exige una nueva forma de trabajo, caracterizada por niveles de flexibilidad que hasta hace tiempo eran impensados.
El inconveniente primordial radica en “retenerlos”, dado que se observa un aumento del abandono prematuro de los programas de jóvenes profesionales, la consultora de Recursos Humanos Daniel Martínez & Asociados, manifiesta que las principales causas de dicho abandono son:
La remuneración percibida que no satisface sus expectativas.
Disconformidad con la tarea realizada debido a la desilusión que obtienen los jóvenes al entrar al mundo de trabajo «diario» en la compañía, al observar que tienen un jefe, que la organización no es lo que pensaban.
Proyectos personales. Este motivo muestra una estrecha relación con las características propias de la generación Y, y cobra cada vez mayor importancia al tomar la decisión de abandonar el puesto de trabajo ya que los jóvenes se dan cuenta de que son capaces de utilizar la escasa experiencia adquirida para desarrollar un microemprendimiento propio, sin las incomodidades de tener un jefe, cumplir un horario y con el deseo de ser independientes y cumplir sus sueños personales.
Esto muestra que la tarea de recursos humanos dentro de las empresas es cada vez más dificultosa y requiere de cuotas crecientes de imaginación y creatividad. Queda por analizar a futuro si tanto trabajo da resultado.
ESTA ES UNA PUBLICACIÓN DE FUNDACIÓN EGE CON LA COLABORACIÓN DE Valentina Vázquez – MIEMBRO DE FUNDACIÓN EGE – info@fundacionege.org