Ingresó después de las 9 al Juzgado Federal y brindó su relato durante 4 horas. La ingeniera Liliana Reutsch fue convocada para explicar cómo era la tarea que realizaba el equipo de investigación y cuál era el rol que tenía Mattea. Dijo que el investigador no era quien impartía las órdenes a los empleados de De Smet. Ayer declaró la ingeniera Cristina Bologna.
La ingeniera Liliana Reutsch, la única sobreviviente del equipo de investigación de Miguel Mattea, declaró esta mañana durante 4 horas en el Juzgado Federal y en su relato describió las falencias de seguridad que había en la Universidad.
Reutsch fue citada como testigo en el marco de la causa por las trágicas explosiones ocurridas el pasado 5 de diciembre en la Planta Piloto de la Universidad Nacional de Río Cuarto.
Según precisó el doctor Martín Aspitia, abogado de la viuda de Mattea, la ingeniera le dijo a los funcionarios judiciales que «no observó que se hayan tomado medidas de seguridad en cartelería, manejo de matafuegos y planes de evacuación».
«Expresó que poco antes de las explosiones habían llegado 10 mil pesos para seguridad que se iban a destinar a una nueva instalación eléctrica pero, finalmente se utilizaron para comprar elementos de prevención para los trabajadores», manifestó.
Reutsch fue convocada, además, para explicar cómo era la tarea que realizaba el equipo de investigación y cuál era el rol que tenía Mattea.
«La mujer precisó que había una cabeza del grupo De Smet, que era Javier Boretti, y los trabajadores respondían a él. Miguel Mattea no impartía órdenes a los empleados de la compañía y esto se había pactado en un programa de trabajo», afirmó.
Aspitia recordó que desde la firma intentaron adjudicar al ingeniero Mattea toda la responsabilidad sobre lo que ocurría en la investigación .
Sobre la seguridad durante el proceso de extracción de aceites, Reutsch ya había señalado que «el equipo de investigación había tomado medidas en lo particular para evitar accidentes»
Pericias
Los resultados de las pericias que ingenieros del Instituto Nacional de Tecnología Industrial realizan en Córdoba sobre las cañerías por donde circulaba el hexano, se conocerían en las próximas semanas.
El informe podría determinar cómo se originó la filtración del combustible que tomó contacto con la autoclave encendida. «Puede convertirse en un punto de inflexión», advirtió Aspitia.
Bologna
Ayer declaró la ingeniera Cristina Bologna quien realizó un aporte «importante», según la evaluación de Aspitia.
«Bologna es docente desde hace muchos años y conocedora de la Planta Piloto. Durante 10 años trabajó en la Oleaginosa Río Cuarto, en la extracción de aceites por solventes. Ella pudo hacer una diferenciación muy importante sobre las medidas de seguridad», indicó.
Bologna evaluó que las medidas adoptadas por el equipo de investigación «fueron las máximas que estaban al alcance».
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