Caso Ale Flores – Advierten que el niño podría haber fallecido poco después de la presunta colisión

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En el informe forense se detalla que la criatura sufrió «un shock hipovolémico de carácter irreversible por las hemorragias que generó en los órganos el impacto». «El intento de asistirlo -si ocurrió- podría haber sido por algunas horas y difícilmente de varios días», indicó una fuente de la investigación. El dato es analizado en la investigación para determinar que pasó con el cuerpo de Ale después del presunto accidente y los posibles intentos de asistirlo.

La causa avanzará, por ahora, sin imputados para evitar el planteo de prescripción

Por Pablo Callejón (pjcallejon@yahoo.com.ar ) – El informe forense sobre los restos óseos hallados el pasado 2 de julio apuntaría a que la muerte de Alejandro Flores podría haberse producido poco después de la presunta colisión vehícular en calle Carlos Rodríguez, el 16 de marzo de 1991.
Se detalla en la presentación de los expertos judiciales que la criatura sufrió «un shock hipovolémico de carácter irreversible por las hemorragias que generó en los órganos el impacto».
El shock hipovolémico «es un estado clínico en el cual la cantidad de sangre que llega a las células es insuficiente o inadecuada para que puedan realizar su función normal».
El equipo de forense, que estuvo integrado por un odontólogo, 2 radiológos y 2 forenses, precisó en dos informes (uno odontológico y otro forense) que los restos óseos pertenecen a un niño menor de 6 años. Además, tendrían una antiguedad de «entre 14 y 18 años».
El aporte científico es analizado especialmente por los investigadores para determinar que pasó con el cuerpo de Ale después del presunto accidente y los posibles intentos de asistirlo.
Las testimoniales recogidas en la causa señalan que el niño podría haber sido derivado a una vivienda luego del choque y que, incluso, habría permanecido en el área de Psiquiatría del viejo Hospital San Antonio de Padua.
Aunque desde la Justicia no se descarta que esto pudo haber ocurrido, consideran que «el intento de asistirlo -si ocurrió – podría haber sido por algunas horas y difícilmente de varios días».
Saber cuáles fueron las condiciones de traslado del cuerpo y si hubo cambio de lugar donde fue alojado podría resultar clave en el análisis de la prescripción. Sin embargo, se trata de un interrogante muy díficil de probar a 17 años.
En el entorno de la causa admiten que ya no se podrá contar con pericias en el área de psiquiatría del Hospital que fue demolido y advierten que resultará «muy complejo» obtener muestras científicas del vehículo, en el caso de ser hallado.
«Si hay rastros de sangre pueden ser de una o más personas. El automóvil podría haber sido utilizado durante muchos años y haber trasladado a numerosos heridos», se precisó.

Prescripción

En la Justicia está definido que la causa avanzará, por ahora, sin imputados para evitar el planteo de prescripción. Solo se oficializaría una acusación si hay pruebas que certifiquen la culpabilidad, mas allá del bajo optimismo en sentar en el banquillo de los acusados a quienes mataron a Ale.
Sin embargo, el fiscal asegura que intentará buscar la verdad histórica de lo ocurrido.
La conclusión serviría a los padres del niño en una posible demanda civil.
El doctor Enrique Zabala planteó la posibilidad de calificar el hecho como un delito de lesa humanidad para evitar la prescripción, pero el principal análisis está sustentado en conocer cuando concluyó la acción delictiva que determinaría la caducidad del caso.
Fuentes tribunalicias confiaron que la principal hipótesis es que los restos habrían estado siempre alojados detrás de la desembocadura de la alcantarilla donde fueron hallados. El lugar esta ubicado a 50 metros de la quinta de AATRAC y a 500 metros al norte del colegio San Ignacio.

Posibilidades

Si el fiscal considera que hubo homicidio culposo -un presunto accidente vehicular- en el momento del hecho el tope de prescripción era de 3 años.
«El Código Penal destaca que todos los delitos con penas temporales -no incluye la prisión perpetua – prescriben al máximo de la pena. Siempre hay un mínimo de 2 años y el máximo no excede los 12. En caso de pena perpetua el máximo es de 15», informó una fuente judicial.
Agregó que se tiene en cuenta para la definición temporal «la comisión del hecho o, en el caso de la continuidad de la acción delictiva, cuando concluye».

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