Rendimiento universitario

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En el día de ayer los medios locales se refirieron a datos que el Señor Rector de la Universidad diera a conocer en una sesión del Consejo Superior. El diario local por ejemplo tituló la nota “En Río Cuarto sólo se reciben seis de cada 100 alumnos universitarios”. La verdad es, que entre los datos y la información que se brinda hay un proceso de construcción cognitiva que puede dar lugar no sólo a una interpretación equivocada sino también provocar el desánimo de los alumnos, sus familias y de todo el personal de la universidad que trabaja día a día para ver que todo supuestamente va de mal en peor.

 En primer lugar, para dar una visión más precisa de la situación es preciso analizar la relación ingresantes–egresados y no sólo la acumulación de todos los alumnos que han ingresado a lo largo de varios años contra los egresados en un solo período. Dicho de otra forma, si bien es cierto que se gradúan 6 de cada 100, eso es así, si se toma en cuenta la totalidad de alumnos que hoy concurren a la Universidad, esto es todos los de 1,2,3,4,5,y 6 años de todas las carreras. Eso una interpretación posible y que de hecho da lugar a un indicador que en la media nacional es cercana a 5,5, lo cual indica que nuestra universidad estaría algo mejor que el promedio del país. Eso después de que en el 2005 la situación fuera la inversa. Dicho en otras palabras, en vez de poder sacar fuerzas del progreso y la mejora realizada la noticia que llega al público es que las cosas siguen mal como si no hubiera pasado el tiempo y las mejoras logradas no merecieran ser consideradas.

En segundo lugar este indicador puede conducir a errores. Lo que corresponde en realidad no es tomar la totalidad de los alumnos de todos los años sino saber cuantos se reciben por año de los que ingresaron en cada cohorte. Como los datos refieren apenas al año 2006 y 2007, no sabemos cuantos ingresaron en cada año en el 2000 y el 2001 que serían los años en que supuestamente deben haber entrado los alumnos que han egresado en los años 2006 y 2007 tomando como promedio una duración de la carrera de seis años.

 Si se toman los alumnos ingresantes en el año 2006 y el 2007 los mismos fueron 3264 y 3210. Como desde el 2005 se han estabilizado los egresados en cifras cercanas a 850 graduados por año, esto da una imagen de la situación totalmente diferente, no solo que 850 egresados sobre unos 3264 alumnos representan el 26 % sino que también si se consideran los días hábiles de funcionamiento de la Universidad la misma genera algo más de tres egresados y medio por día. Así las cosas, es muy diferente pensar que se recibe 1 estudiante de cada 4 como realmente sucede a pensar que se recibe apenas 6 de cada 100. Ambas versiones tienen su base en los números pero lo que corresponde es medir de todos los que entran en un año cuantos son los que se reciben.

 En todo caso, un estudio de la Universidad de Córdoba en la Facultad de Ciencias Económicas que justamente hizo el seguimiento de una cohorte desde su ingreso en el año 1997 al 2005 demostró que la tasa de egresos fue del 30 % esto es algo superior a la de la Universidad de Río Cuarto. No puede ser de otra forma pues estos son fenómenos sociales que tienen una distribución de frecuencia relativamente estable en el tiempo como tantas otros hechos como los accidentes de tránsitos o las tasas epidemiológicas de enfermedades .

 Tercero, si se toma en cuenta por ejemplo la Facultad de Ciencias Económicas se observa que un 15 % de los alumnos han rendido 5 materias al final del primer año y que otro 8 % ha rendido 4 materias. Esto implica que dentro del total de ingresantes hacia finales del primer año se destaca un grupo del 23% con un rendimiento óptimo muy cercano al de la tasa de egresados. El problema entonces se disloca al primer examen porque es allí donde aparece casi un 40 % de alumnos que no han rendido ninguna materia al final del primer año de cursar la Universidad.

 ¿Cuales son las implicancias de todo lo expuesto? En primer lugar que hay que dejar en claro que 1 de cada 4 estudiantes se recibe y no 6 de cada 100. Segundo los padres deben saber que es traumático rendir el primer examen y deben apoyar a sus hijos en esa fase crucial de su vida universitaria. Tercero, la universidad debe seguir tomando en cuenta que los estudiantes deben pasar un período de adaptación  y que un sistema más flexible de evaluación al inicio puede ayudar a superar con éxito las dificultades iniciales. En todo caso lo que no se puede decir es que todo está mal y vamos todavía peor. Ni una cosa ni la otra, hay muchas cosas que debemos mejorar en la universidad sin ninguna duda, pero no es menos cierto que a mediados de la década de los 80s la tasa ingresantes-egresados era apenas cercana al 15 % a nivel nacional. Unos 20 años después esa cifra ha sido mejorada en el caso de Río Cuarto hasta llegar al 26 % algo así como una mejora del 73 % sobre la media nacional. Una cosa es entonces decir que nuestro progreso es lento y que deseamos mejorarlo y otra muy distinta que cada vez estamos peor. En este último caso y ante la lectura equivocada de los datos todo se traduce simplemente en dar un mensaje publicitario para que los padres no crean en la Universidad pública y gratuita y busquen la enseñanza privada para sus hijos.

Dr Roberto Tafani.

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