Lo dijo el doctor Jorge Aliaga, decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) durante su disertación en las V Jornadas de Higiene y Seguridad.
PRENSA UNRC – El doctor Jorge Aliaga, decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) remarcó – durante su disertación en las V Jornadas de Higiene y Seguridad – la importancia de un cambio de cultura en los ambientes de trabajo. En este sentido indicó que «más allá de los problemas edilicios es mucho más importante ver cómo se trabaja en los laboratorios».
Aliaga, quien presentó el Programa de Higiene y Seguridad desarrollado por la UBA, comentó que las problemáticas vinculadas a la seguridad comenzaron a ser abordadas en la UBA luego de varias denuncias, las cuales eran principalmente por problemas edilicios.
«No se asumía que más allá de los problemas edilicios, es mucho más importante ver cómo se hace el trabajo. Podemos sacar el demonio de las instalaciones y eso no arregla un ápice de los problemas de higiene y seguridad», remarcó el decano.
Según el decano, hubo actitudes de rechazo, resistencia y negación por parte de la comunidad universitaria cuando se comenzaron a implementar algunas normativas en el marco del Plan de Higiene y Seguridad de la UBA. Pero aclaró que con el correr del tiempo se han ido logrando avances importantes. «Actualmente, a través del Servicio de Higiene y Seguridad, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA logra evacuar a tres mil personas en un lapso de diez minutos», expresó Aliaga.
Para llegar a esto, comentó el decano, en 1982 se creó la carrera de Higiene y Seguridad en el trabajo con orientación en química. Gracias a esa masa crítica, en 1990 surgió el Servicio de Higiene y Seguridad que daría lugar a la Comisión de Hábitat como ámbito participativo para que el personal universitario pueda acercar sus sugerencias e inquietudes. A partir de 1998 se comenzó a utilizar obligatoriamente un Instructivo de Higiene y Seguridad. Mientras que en el 2003 se comenzaron a aplicar los Planes de protección para los laboratorios. Finalmente a partir del año 2004 todo el personal de laboratorio debe declarar ante qué sustancias está expuesto mediante las encuestas de exposición.
Para ejemplificar la complejidad de la estructura de la universidad y las variantes a tener en cuenta en materia de seguridad, el Decano realizó una interesante comparación entre la estructura de las empresas con la de la universidad. Entre los puntos más importantes destacó que «a diferencia de una empresa, en la universidad el personal es variable, se realizan tareas novedosas (no siempre rutinarias) y se trabaja con sustancias peligrosas muy variadas».
Refiriéndose a las acciones desarrolladas por la UBA, Aliaga indicó que los puntos más importantes son la capacitación y concientización de los estudiantes sobre evacuación y seguridad en los laboratorios, la centralización en el manejo de emergencias a través del número de telefónico 311 y protocolos específicos para cada situación, el control de las modificaciones edilicias, los planes de protección donde los docentes e investigadores dejan sentado sus actividades y la encuesta de exposición a sustancias peligrosas.