Familiares, amigos, dirigentes sindicales, políticos y jubilados de diferentes de centros acompañaron los restos mortales de la directora de la delegación local del Pami Julia Almirón hasta el cementerio local. El cortejo fúnebre contó con una larga caravana de autos y numerosas ofrendas florales.
«Julia fue una persona sensible, de un gran corazón… una luchadora incansable», así la recuerdan las personas que trabajaron junto a ella en la obra social de los jubilados.