Los «retoños» políticos del Intendente saliente ocupan los casilleros vacíos que deja vacante una generación que se va. Juan Jure en la Municipalidad, Eduardo Yuni en la Presidencia del Concejo Deliberante y Gonzalo Losada en la estratégica secretaría de Planificación y Gestión, entre otros, son los principales referentes de una generación que hereda el poder con sus luces y el tiempo dirá si con sus sombras.
Periodista: ¿Contador este Concejo que viene le gusta más que el que le tocó a usted?
Rins: La verdad…que no nos escuche nadie, ningún Concejo Deliberante me gusta.
El diálogo radial con el Intendente saliente, cuando las luces del Teatro Municipal se estaban apagando tras la asunción de los nuevos ediles, marca la huella de un tiempo de Río Cuarto que parece estar llegando a su fin. En sus 12 años en la Municipalidad, Rins nunca logró darle a su gobierno el ámbito de consenso que demanda el Poder Legislativo. Estaba en la naturaleza del «Toño». No le gustaba que lo controlen, ni que demoraran sus proyectos en debates parlamentarios que para él eran una pérdida de tiempo.
Los «retoños» políticos del Intendente saliente ocupan los casilleros vacíos que deja vacante una generación que se va. Juan Jure en la Municipalidad, Eduardo Yuni en la Presidencia del Concejo Deliberante y Gonzalo Losada en la estratégica secretaría de Planificación y Gestión, entre otros, son los principales referentes de una generación que hereda el poder con sus luces y el tiempo dirá si con sus sombras.
«Me comprometo a profundizar la reforma política para separar, en las listas, al intendente de los concejales, para que la gente pueda elegir a quienes llegan al Concejo. Vamos a eliminar las listas sábana», prometió Eduardo Yuni al hablar por primera vez como nuevo Presidente del parlamento local. Esa casi exclusiva promesa inicial da indicios que suponen devolverle al poder legislativo la independencia y protagonismo que la Carta Orgánica le otorgó y que perdió ante las imposiciones del Poder Ejecutivo y su genuflexa resignación.
Después de 50 años el Concejo Deliberante volverá a tener cuatro fuerzas políticas en su seno, lo que garantiza una heterogenea representación de la sociedad en el ámbito de discusión de las ordenanzas. Ya en la sesión preparatoria, Enrique Novo y Eduardo Scoppa, de las fuerzas minoritarias, hicieron oír su voz. Prometieron -a la vez- aportar al debate y ejercer el poder de control.
Los 19 nuevos concejales elevan a 312 la lista de personas de la ciudad que gozan del privilegio de haberse sentado en una banca para representar a los ciudadanos. En 125 años de historia legislativa, ese orgullo no tiene en este tiempo el prestigio que debiera por la trascendente tarea que le corresponde a un concejal. De los nuevos ediles y de los «retoños» del poder dependerá que estos 4 años que vienen se aprovechados para que esta desacreditada realidad cambie.