Si se consolidan las cuentas públicas, los números fiscales de la Argentina no lucen tan positivos como se los presenta a diario. Y la razón es que una serie de gastos corrientes, intereses y ajustes no se están pagando, sino que se cancelan con títulos o se suman al pasivo, incrementando la deuda pública.
Por eso, lo que corresponde es consolidar los números fiscales con los de la deuda pública, de modo de incorporar en el análisis los gastos y ajustes devengados en el ejercicio 2007 que no se pagaron, pero que deberán ser cancelados más adelante.
En 2007, el superávit primario fue de $25.719 millones. Luego de pagar los intereses de la deuda, quedó un resultado financiero de $9.296 millones. Y eso se debió al superávit de la Seguridad Social, de Fondos Fiduciarios y otros Entes, ya que el Tesoro quedó con un rojo de $2.057 millones.
Lo que hace el Tesoro es colocar Letras o tomar en préstamo, de la Cuenta Unica del Tesoro o de los Fondos Unificados. Es decir, endeudarse. Si cerramos aquí los números, durante 2007 la deuda pública debería haber aumentado en esos $2.057 millones. Pero Economía informó que el año pasado, la deuda pasó de $362.940 millones en 2006 a 402.642 millones a fines de 2007: un aumento de 39.702 millones.
Como precisa el último informe de la ASAP (Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública), de esta diferencia, $2.057 se explican por el rojo del Tesoro. Pero hay otros $ 37.645 millones que corresponden a un conjunto de rubros que hicieron subir la deuda pública por “fuera” de las planillas de caja del Tesoro.
Según el Informe, por las obligaciones contraídas en moneda extranjera, el incremento del tipo de cambio nominal aumentó la deuda en $19.390 millones. Y el ajuste por el CER de la deuda en pesos agregó $14.404 millones. La deuda también subió en $ 9.818 millones por los reconocimientos de deuda nueva, por la capitalización de intereses de algunos bonos y por la renta no pagada al Club de París y a organismos bilaterales.
Las variaciones de saldos bancarios, la asistencia financiera a provincias, la constitución de garantías para préstamos garantizados, y otras operaciones financieras agregaron $2.454 millones. Estas variaciones incluyen los efectos asociados a la porción de la deuda no ingresada al canje, y que no es reconocida por el Gobierno. Si se los excluye, habría un «ahorro» o ajuste técnico de $11.025 millones, según los números de ASAP. En resumen: hay $37.645 millones que no aparecen en las planillas fiscales del Tesoro, pero son gastos que deberán pagarse en los próximos ejercicios.
Fuente: Diario Clarín (IEco).
ESTA ES UNA PUBLICACIÓN DE FUNDACIÓN EGE CON LA COLABORACIÓN DE Ma. Luján Fernández Rotelli – MIEMBRO DE FUNDACIÓN EGE – info@fundacionege.org