En la elección municipal reciente hubo varias curiosidades que quedan a modo de preguntas :Primero, porque concurrió poca gente a votar?, segundo porque el ganador lo hizo por tanta diferencia?, tercero porque un candidato no peronista gana en barrio Alberdi?, cuarto porqué crece la diferencia en Banda Norte? Estas preguntas flotan en medio de una discusión sobre si el paro del campo puede o no haber influido, enmarcado en una sensibilidad de los medios nacionales que se empeñan no en describir la realidad sino en hacer una representación de la misma en base a su propia sensibilidad al conflicto nacional.
Sin pretender dar una explicación de algo tan complejo hay varias cosas que intuitivamente se pueden rescatar:
Primero: En los últimos 5 años de crecimiento la estructura social de Río Cuarto cambió. Esto es tan notable, que la construcción que se ha realizado en los últimos años parece haber superado la de varias décadas atrás. La ciudad muestra una composición social donde pese a que los ingresos para mucha gente no superan los 2000 pesos sin embargo tiene un comportamiento propio de la clase media de las zonas avanzadas. La importante cantidad de población que vive sola, en pareja o con apenas un hijo así parece demostrarlo. Esa nueva estructura social se manifiesta en el comportamiento de la clase media de ir buscando zonas alejadas del casco céntrico para vivir como ha ocurrido en muchos lugares de muchos países a medida que se verifica el crecimiento del ingreso. Eso tal vez, explique el aumento de la diferencia en Banda norte.
Segundo Si la clase media va ganando peso en la morfología de la ciudad y si la situación de pobreza y desesperación de la crisis del 2001 ha pasado, un programa basado en obra pública y no sólo en programas sociales cala hondo en las percepciones al momento de votar. Claramente la administración saliente deja muchas obras terminadas y otras en vías de ejecución que la clase media valora y quiere seguir sosteniendo. Ello, sin perjuicio de que el candidato ganador ha puesto especial esfuerzo en profundizar su presencia en zonas socialmente más postergadas de la ciudad. Sin embargo la lección es clara, lo cortés no quita lo valiente. Se puede gobernar no sólo en base a programas sociales para los que menos tienen sino también entendiendo que el gobierno debe incluir programas para todos los sectores de la sociedad y Río Cuarto tiene una estructura social con una importante clase media. Esa clase media es la que abrumadoramente marca las diferencias en el centro y en Banda Norte para los resultados de esta elección.
Tercero ha sido esta clase media la que protagonizó la protesta masiva de las últimas semanas por el conflicto con el campo. Creer que semejante problema no ha impactado en la conducta electoral sería suponer que las personas no tienen visión histórica, estructurada y consistente. Lejos de un supuesto pos-modernismo lleno de imágenes inconexas la población tiene las cosas más claras que los que los propios gobiernos creen. La bronca contra el justicialismo que apoya la prepotencia nacional se manifestó en un voto masivo contra el candidato de esa corriente política. Al mismo tiempo la votación premió la última ofrenda que hace el radical K que gobernaba al reconocer la desilusión que sentía por las promesas incumplidas del Gobierno Nacional.
Cuarto: Quedó claro que el actual Gobernador no es de la Sota quien desde siempre apoyó con políticas decisivas al campo. Juan Schiaretti fue demasiado tibio al inicio. Forma parte hoy del justicialismo disidente pero no convenció a tiempo. Su actitud inicial fue quedarse a esperar y ver como venían las cosas. La primera reunión con los productores no los convenció de su apoyo decisivo. Como en otros casos, la reacción a favor del campo vino tarde y llena de manifestaciones principistas que en un conflicto social como el que se vive en Argentina parecen poco convincentes. Schiaretti vino a la ciudad, le prestó el apoyo incondicional al candidato Justicialista y perdió todos los logros que había obtenido el propio Gobernador en su elección local. Una vez más la población no se deja llevar por meras apariencias y sabe leer mejor las cosas que lo que muchos suponen.
Quinto, en un marco de una clase media conciente donde la mitad de los adolescentes escolarizados concurren a escuela privada aunque sus padres tengan ingresos relativamente ajustados, se ha valorado la humildad y el realismo de Jure de no prometer grandes cosas. Es como si se hubiera definitivamente entendido que en un contexto de complejidad creciente, con déficit de poder e información, la política termina siendo conductas consolidadas en el tiempo y Jure representa en gran medida la continuidad de obras y proyectos valorados por muchos en la población de la ciudad.
En suma hubo bronca contra el gobierno nacional y votaron menos. De los que fueron, muchos representan una estructura social que ha cambiado y exige también que se los tenga en cuenta a la hora de gobernar. En ese sentido la impronta parece ser o se tiene en cuenta los valores de la clase media y sus preocupaciones o se pierde por mucha diferencia como ha sido el caso en esta ocasión.
Dr Roberto Tafani