Cuando éramos chicos y nos peleábamos entre los de la misma edad, no usábamos las palabras hoy de moda. Una ofensa tremenda era «Piojoso, sucio, mugriento» con referencia a actitudes egoístas de los compañeros. Posiblemente no tenían piojos, eran limpitos, pero era una ofensa. Con el tiempo a los efectos de utilizar epítetos fuera de lugar, los volvemos a usar. Es que se adaptan perfectamente a los gobernantes actuales.
Piojoso nos podríamos referir a aquellos que solamente cobran y recaudan para «la corona» En la perinola seria «Toma todo» Siempre el esfuerzo lo deben hacer los de abajo… ¿siguiendo los ejemplos de los de arriba? Esos ni se mosquean ya que si les falta, sacan de «otros» lados.
Sucio serian los que no son capaces de brindar una mano a algún necesitado. Solo para ellos y nada más que ellos. Psicológicamente se diría que son egoístas y egocéntricos. Los otros calificativos los dejamos para la imaginación de cada uno.
Los venecianos construyeron la ciudad sobre islas a fin de evitar a los bárbaros que invadían desde Oriente. Es que sabían de su miedo y temor por el agua. O sea que decirle «bárbaro» a un político, implícitamente le estamos diciendo mugriento. Es que tal vez vistan bien y estén limpitos pero las acciones no se condicen con las cosas que hacen. Partiendo de quedarse con lápices que no son de ellos hasta aceptar coimas multimillonarias. Los otros adjetivos los dejamos a vuestro criterio.
¿Y si los sacamos definitivamente cuando terminen el mandato? Si nos quieren comprar, que paguen por anticipado. Después imitándolos, no los votamos. «Pagaríamos con la misma moneda»
Atentamente
Juan r Bell
92061605