Hace siglos atrás, Nerón planifico una obra digna de los faraones a fin de perpetuar su nombre. Cuando se nombro a Vespasiano a quien se le creyó manso y tranquilo, este fue igual al otro. Hizo construir el Coliseo. Para hacerlo hizo secar un lago y allí lo instalo. Una obra colosal, multimillonaria pero perduro su nombre.
Quienes han estado en el poder en el país, han querido dejar para la historia una obra majestuosa. Una fabrica de aviones y motonetas que pudo ser pionera, pero por celos o envidias, se desarmo. Otro puso «arterias» de autopistas que se le reconocen la utilidad, hoy. Ahora se pretende instalar un tren bala y un subte en la ciudad de Córdoba. Pero no seria original este último, ya lo tuvo que desechar uno anterior, por su costo/beneficio.
El pueblo argentino seria tan feliz si no se hicieran obras tan espectaculares y se equilibraran las cifras. Somos el hazme reír del mundo con una «títere/manequin» que hace ostentación de vestuario. «El habito no hace al monje» y solamente «Esta mostrando la hilacha» ¿Seremos tan crédulos que nos «tragamos» un buzón? Pues si. Lo advirtieron, que seria más de lo mismo y cambios. No los vemos sino que contemplamos estupefactos el despilfarro de los dineros públicos «acarreando» gente a actos. Y nos recuerdan a «las lloronas» que se alquilaban para hacer más exitoso un velorio. Estamos en la misma salvo que lo que hoy se contrata son personas «aplaudidoras», «cornetas» y/o «bombistas». No olvidemos a los «guardaespaldas» que son simplemente delincuentes. Todo pagado con dinero de los impuestos del pueblo. ¿Y? Esta todo bien. Estamos fundidos pero que nadie se de cuenta.
Atentamente
Juan _R Bell
92061605