La Biblia y el Calefón – Hay una fuerte renovación de nombres en las listas de los partidos mayoritarios con respecto al actual Concejo Deliberante. Solo tres de los actuales ediles repetirían. Hay dirigentes históricos y otros de escaso peso político. Se privilegió la representación partidaria y no hubo grandes sorpresas. Las listas sábanas garantizarán su ingreso.
Por Pablo Callejón – Tras la compleja trama de negociaciones en la conformación de listas para las elecciones municipales del 22 de junio, se advierte una fuerte renovación de nombres en las listas de los partidos mayoritarios con respecto al actual Concejo Deliberante.
Solo tres de los actuales ediles repetirían sus mandatos si son electos. Se trata de Víctor Nuñez, quien tiene asegurada su banca por ir en el primer lugar de la nómina del justicialismo, y Lucia Aliberto y Graciela Saracho, postulantes del Frente Río Cuarto para Todos.
Los referentes de los sectores mayoritarios, privilegiaron la representación partidaria y no hubo grandes sorpresas en relación a las negociaciones previas.
Hay dirigentes históricos, aunque en clara minoría con relación a otros de escasa tradición en el ámbito político partidario.
En la alianza oficialista aparece Fabricio Pedruzzi, el secretario de Desarrollo Urbano que ingresó a la función pública de la mano de Eduardo Yuni, quien encabeza la lista. Jorge Cendoya es el saldo de la presión del radicalismo ortodoxo y Juan Carlos Daita, un veterinario devenido en subsecretario de Empleo, que forma parte del alonsismo. También aparecen la jefa de Enfermería del Hospital, Olga Cantoro y Viviana Pomiglio, titular del Area de la Mujer. El menos conocido es Mario Giusiano, un militante del radicalismo de Banda Norte.
Los candidatos de Jure reflejan el peso de la actual gestión municipal sobre las negociaciones y el acuerdo político con el socialismo y el alonsismo. Antonio Rins había señalado que los concejales debían ser simples «levanta manos». ¿Que consideración tendrá Jure? se preguntan en los pasillos del Concejo.
En el justicialismo, Luis Sánchez pateó el tablero sobre el final de la tarde del sábado después de estancadas negociaciones. Ricardo Rojas no pudo acceder al primer lugar, como también pedían desde Córdoba, y apeló «a la unidad». El sitio quedó para Víctor Núñez, en un respaldo a la lealtad del dirigente gremial que apostó por Sánchez cuando la mayoría lo ninguneaba. Lo mismo sucede con Guillermo Natali, un empleado del Congreso Nacional ligado al canterismo.
El segundo espacio es para Estela Concordano, secretaria general de SADOP Río Cuarto. Las docentes, ahora representadas por Norma Rivera, Mirta Althurria y Estela Pagliaricci, mantendrán su participación.
Eduardo Mugnaini, secretario del bloque oficialista en el Concejo y uno de los nombres que sonaban como postulantes del PJ a la Intendencia, ocupará el noveno lugar.
La apuesta por la militancia -desde el sector de Sánchez creen que es lo que quiere la gente- permitió el ingreso de dirigentes sin marcada exposición pública o con medida representatividad, que surgieron de un forzado consenso.
Sara Bergesio, empleada de Salud Mental del Hospital y dirigente del Circuito Centro va en el 4º lugar. En el 6º surge la presidente de la Liga de Amas de Casa Martha Bavera, quien representa al mosquerismo. Franco Miranda, empleado provincial e integrante de la conducción en la Cooperadora del Nuevo Hospital, es el 7º. Finalmente, Laura Ficco (8º) y Beatriz Benítez (10º) completan la nómina en los lugares expectables. Ficco fue asesora del legislador Horacio Vega y se sumó para «compensar la participación del delasotismo». Benítez, en cambio, es una empleada municipal y militante de Alberdi cercana a Rojas.
La elección de nombres en los partidos mayoritarios fue la consecuencia de una disputa de intereses sectoriales y cuyo resultado la gente no podrá evaluar el 22 de junio. Las listas sábanas se consolidaron tras la parcial Reforma Política y los riocuartenses no podrán elegir a quienes lo representarán en el parlamento. El voto será por el candidato a Intendente pese a que muchos de los nombres que aparecen en las listas resulten desconocidos o generen pocos elogios.
Aunque el Concejo Deliberante haya sido epicentro de las principales críticas a la dirigencia política local en los últimos años, los ediles tienen banca. No por los votos, claro, sino por ser devotos de la política de siempre.