Es triste ver el desperdicio. Es un signo de abundancia y un anticipo de la decadencia. Es imposible vivir como lo hacen en ciertos países del primer mundo. Todo se usa y se tira a fin de mantener andando la industria y todo es ficticio. Casas de madera que duran 30 años solamente. En el momento de finalizar la hipoteca, ya la casa es un escombro.
En el país hemos querido vivir de esa misma forma y estamos cayendo y decayendo. Estamos gastando más de lo que tenemos y así estamos debiendo más de 180 mil millones de dólares. Y continuamos pidiendo y nos siguen saqueando ya que no podemos decir nada. Pero se habla de que estamos vendiendo la tierra a extranjeros. Es lo único que no podrán llevarse. La hacen producir y el producto es lo que se va. La minería se lleva de a poco muchas toneladas.
Pero cuando vemos las aguas marrones del Paraná y de muchísimos ríos, allí se van inmensas cantidades de humus. Pero lo lamentable es lo que sucede con los estudiantes. Las carreras insumen varios años. Por diferentes razones, muchos chicos deben abandonar antes de terminar. Y cuando salen antes de recibirse, no son nada. Pero han estudiado y se han capacitado por largo tiempo. ¿Por qué seremos tan radicales? O todo o nada. Por ejemplo un estudiante de veterinaria. Debe conocer desde la hormiga hasta el elefante. Si siente afinidad por los animales caseros, ¡por qué interesarse en vacas! Pero es todo o no es nada. Y allá se fueron años de estudio y el país pierde. Aprovechemos esos conocimientos otorgándole la facilidad de apertura laboral a los universitarios con títulos por carreras parciales. Por ej. Medico Veterinario de Animales Pequeños o Grandes o Procurador a un abogado frustrado o un Auditor a un Contador inconcluso. Así lo hacen en el mundo que no desperdicia.
Atentamente
Juan R Bell
92061605
Rio Cuarto