Hace años ya, veíamos la película «Zorba el griego» y se nos «fijo a fuego» cuando la mujer estaba moribunda y rodeada por sus vecinos. Al morir, esos se abalanzaron sobre los bienes, rapiñando lo que había. En instantes no quedo nada.
Hoy lo comprendemos y es lo mismo que se hace en la realidad, pero más disimuladamente. «La repartija» se hace en Tribunales donde se incorporan el Estado y los abogados. Pero al final es lo mismo. Se reparten lo que el difunto acumulo durante su vida. Allí aparecen parientes desconocidos y amigos y enemigos del muerto se presentan a reclamar una parte «atesorada». El valor que para el difunto fue incalculable, pasa a tener el valor de mercado. Así funciona.
Y no podemos evitar de comparar. El país atesoro miles de kilos de oro con el sacrificio de los de aquella época. Luego otros lo dilapidaron y no quedo nada. Y esa costumbre ha quedado. Se vendió todo lo que había al peor postor ya que se «prendieron» amigos del poder. Cuando dijimos «ya no queda nada» llego la soja. Y nuevamente los «amigos y parientes» del poder rapiñan lo que pueden. Y se continua robando a mansalva ya sin vergüenza y abiertamente. Se «presiona» a los poderes a fin de que no se investigue nada. No hay enriquecimiento ilícito solo hay «buenas inversiones» ¡Hipócritas! que juran que la Patria lo demanden y presionan para que no se haga.
Y todos «se prenden» y ¡cómo no recordar a aquella película! Estamos igual al saqueo de la época de la conquista. Desde allá lo han enseñado.
Atentamente
Juan R Bell
92061605
Rio Cuarto